Seguro que alguno de ustedes saben de la belleza de las boinas vascas, una de esas conocidas boinas de Elósegui, conocidas por todos como txapelas. Pues bien, el hilo para su confección se lo proporcionaban desde Enciso, una histórica fábrica de mantas e hilaturas de La Rioja. En 2009 se jubiló su último hilandero. Es la historia de Rául Lacoste Marín.

Raúl es la cuarta generación de la familia Marín que creó la empresa Marín - Lacoste a principios de los años 50. Eran descendientes de Ortigosa. Fabricaban mantas, calcetines, moquetas y vendían hilos para la elaboración de muchos productos.

Ahora el diablo, repasadora, mechera y un torno de hilar a mano de 200 usos para producir 8.000 kilos de mantas de aquella fábrica han quedado paradas y no debieran acumular telarañas. Raúl, más allá del recuerdo, quiere que se conserven, que se conserven estos históricos utensilios y maquinaria en un Museo de la Industrial textil riojana para conservar ese patrimonio. Escucha su petición:

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El autor de este vídeo es el joven David Gallardo, conocido como ‘influencer rural’. En uno de sus vídeos se trasladó hasta Enciso donde pudo hablar con Raúl. Hilados y Tejidos Marín-Lacoste se fundó a principios de los años 50 aprovechando uno de los productos derivados de la abundancia de rebaños en la zona. Pero esta tradición tuvo su fin.

Raúl quiere que no quede en el olvido:

La industria textil en La Rioja se remonta al siglo XVI, siendo Enciso la cuna donde aparecieron los primeros telares. La Rioja llegó a sumar 270 tejedores de paños o 283 tejedores de lanas.

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Raúl quiere que este Museo sea un recuerdo y un homenaje para todos ellos.

De momento, Raúl ha recibido buenas palabras pero poco más. Y ahí sigue Raúl, hilandero de profesión, batallando para que se pueda conservar ese pedazo único de historia.