Monstruos de río fue una exitosa serie documental británica de naturaleza, protagonizada por el zoólogo Jeremy Wade.

A lo largo de sus 9 temporadas, este conocido profesor y naturalista de Suffolk viajó por todo el mundo en busca de los peces de agua dulce más temibles.

Buscando pistas, testigos e historias sobre personas que fueron arrastradas bajo el agua por estos feroces depredadores, trató de atrapar a los ejemplares más grandes para luego liberarlos de nuevo a la naturaleza.

Su objetivo no era otro que salvar estas raras criaturas de la extinción, para ayudar a la gente a entender qué había de verdad tras las leyendas que contribuyeron a crear.

Durante sus 57 episodios, Wade fue capaz de poner al descubierto algunas de las especies más monstruosas de la naturaleza. Todas ellas, moradoras del mundo subacuático.

Maltrato animal a orillas del Ebro

Sin embargo, y por muy feroces que fueran esos peces, ninguno de ellos se acerca siquiera a la monstruosidad de un desalmado que, junto a la orilla de un río, presumiblemente el Ebro, protagoniza una terrible escena de maltrato animal para regocijo de sus acompañantes, que le grabaron en vídeo y, posteriormente, lo publicaron en redes sociales.

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El audiovisual no tardó en viralizarse a través de Whatsapp desde un perfil privado de Instagram.

En él, se observa cómo este individuo arranca parte de la cabeza del animal de un mordisco, entre las risas de sus compañeros. Y no contento con ello, repite la misma acción antes de volver a arrojar el pez a las aguas del río.

Las imágenes son de una brutalidad tal que pueden herir la sensibilidad de todo aquel que las contemple.

Sin lugar a dudas, una escena denunciable que pone de manifiesto el grado de crueldad al que puede llegar un ser humano, sin más intención que convertirse en infausto protagonista de un episodio aberrante.

Seguro que por muchos monstruos de río que conociera y grabara Jeremy Wade entre abril de 2009 y mayo de 2017, que es cuando se mantuvo en antena su impresionante trabajo documental, ninguno le llegara a sorprender y, seguramente, desagradar tanto, como el de este ¿humano?.