La Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño ha mostrado su pesar y trasladado el pésame a la familia del cardenal riojano, Eduardo Martínez Somalo, y "encomendamos al servidor bueno y fiel que dedicó toda su vida al servicio de Dios y de la Iglesia". Desde la Institución, recuerdan al excamarlengo, natural de Baños de Río Tobía, fallecido ayer martes en Roma a los 94 años de edad. Asumió el gobierno provisional de la Iglesia Católica tras el fallecimiento del Papa Juan Pablo II.

El administrador diocesano de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Vicente Robredo, en nombre de la Institución, ha calificado de "pérdida irreparable" el fallecimiento del cardenal, Eduardo Martínez Somalo, ya que para "esta Diócesis, era un tesoro". Ha repasado sus diferentes cargos al frente de la Iglesia, como camarlengo, responsable de la sección española de la Secretaría de Estado, nuncio en Colombia, sustituto de la Secretaría de Estado o prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

De la figura de Martínez Somalo ha destacado que era "acogedor" y "pastor", siendo una persona "muy formada, teológica, humanística, filosófica y pastoralmente". Ha apuntado que era un "hombre abierto, entrañable, cariñoso, y que procuraba estar al tanto de las noticias de la Diócesis" riojana.

De hecho, Robredo ha resaltado el "punto entrañable para La Rioja, ya que cada vez que oía hablar de La Rioja o que algún riojano pasaba por Roma y le llamaba y le pedía un favor, se desvivía". Ha puesto en valor que era "devoto de la patrona, la virgen de Valvanera". Ha recordado que en los veranos se desplazaba a Baños de Río Tobía, donde, entre otras cuestiones, confirmaba a los jóvenes de la localidad.

Por todo ello, ha señalado que "sentimos su muerte, porque era un hombre muy querido, no solo en Roma, y en la Iglesia universal, y aquí en su tierra natal".