La emotiva despedida de Baños de Río Tobía al cardenal riojano Eduardo Martínez Somalo

El féretro del que fuera cardenal camarlengo del Vaticano, monseñor Eduardo Martínez Somalo, llegó anoche a su localidad natal, Baños de Río Tobía, donde se abrió la capilla ardiente y será enterrado esta tarde.

Martínez Somalo falleció en el Vaticano el pasado 10 de agosto y su cuerpo ha permanecido allí hasta este martes cuando, tras completar diferentes trámites, su féretro, marcado por un gran sello del Vaticano, ha sido trasladado por vía aérea a España y luego, por carretera, hasta Baños de Río Tobía.

Llegaba a la ermita de la Virgen de los Parrales poco antes de las nueve de la noche, escoltado por la Guardia Civil y arropado por familiares y por un centenar de personas, mientras repicaban las campanas de este templo y de la iglesia parroquial del municipio.

Poco a poco han llegado hasta la pequeña ermita más personas, hasta casi las 400, ante lo que el párroco de Baños ha decidido mantener abierto el templo hasta las once de la noche, aunque oficialmente la capilla ardiente solo se iba a abrir a las nueve de la mañana del viernes.

Monseñor Martínez Somalo será enterrado por esta tarde, tras un funeral que presidirá el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella.

También está prevista la presencia del cardenal Carlos Amigo y de los obispos de Pamplona, Francisco Pérez; Soria, Abilio Martínez; Tarazona, Eusebio Hernández; y Mérida, Celso Morga; ademas del de Atajuela en Costa Rica, Ángel San Casimiro.

El cardenal riojano Eduardo Martínez Somalo falleció en Roma el pasado 10 de agosto, a los 94 años; fue camarlengo de la Iglesia Católica entre 1993 y 2007, cargo al que renunció al cumplir 80 años.

Martínez Somalo estudió Teología y Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriada en Roma, fue ordenado sacerdote en 1950 en la capital italiana, ejerció como nuncio apostólico en Colombia y ocupó distintos cargos de responsabilidad en la Santa Sede.

Entre estos cometidos, figuró el de sustituto de la Secretaría de Estado y, tras ser ordenado cardenal en 1988 por el Papa Juan Pablo II, fue nombrado prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

En abril de 1993 accedió al cargo de camarlengo de la Iglesia Católica, que es el cardenal presidente de la Cámara Apostólica y gobernador temporal en sede vacante, que tuvo ejercer al fallecer Juan Pablo II.

Fue camarlengo hasta que cumplió 80 años y ha mantenido su residencia en Roma, desde donde ha regresado a su pueblo natal en numerosas ocasiones, sobre todo durante los veranos para visitar a sus hermanas y sobrinos.