El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha aprobado el nuevo Plan Director del Aeropuerto de Logroño-Agoncillo, mediante una orden ministerial publicada hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Estos documentos se diseñan a 15 años vista, pero se revisan periódicamente, con el objeto de actualizar la planificación y adaptarla, en caso de que fuese necesario, a posibles cambios en la actividad del aeropuerto o en la coyuntura del momento.

El nuevo Plan Director del Aeropuerto de Logroño-Agoncillo señala que en el Desarrollo Previsible del mismo se alcanzarían 33.900 pasajeros comerciales y 5.380 operaciones comerciales al año. Estos tráficos anuales se corresponden con unos valores de diseño de 250 pasajeros por hora y 5 aeronaves por hora.

En el año 2019, el aeropuerto riojano registró un total de 19.444 viajeros, un 9,1% menos que en el ejercicio anterior 2018, cuando pasaron por la terminal 21.381 viajeros, la mayor cifra anual de los últimos años. Sirva como referencia que, en el año 2006, tres años después de su inauguración, se llegaron a registrar 55.469 pasajeros. Por otro lado, el número de operaciones, en 2019, fue de 1.418, por las 1.376 de 2018 y las 1.447 de 2017.

Para poder absorber el crecimiento de tráfico esperado, el Plan Director propone un conjunto de actuaciones con las que se dota al aeropuerto de una capacidad suficiente para atender la demanda prevista con un adecuado nivel de calidad de servicio, mejorando a su vez la operativa actual de la instalación. Una de las principales actuaciones previstas en el subsistema de movimiento de aeronaves consiste en dotar a la pista 11 de un sistema sencillo de iluminación de aproximación y adecuar la plataforma de aviación general.

En el subsistema de actividades aeroportuarias, se propone la remodelación del edificio para el servicio de control de fauna y la construcción de una nueva área para el estacionamiento de equipos handling, así como la instalación de antena GNSS en la cubierta del fanal de la Torre de Control.

Adicionalmente, están previstas una serie de actuaciones de protección de la infraestructura aeroportuaria para reducir los problemas que las habituales crecidas de los ríos Ebro y Leza vienen generando en los taludes del recinto aeroportuario.