El departamento de Bienestar Social del Consell Insular de Menorca ha presentado este jueves, 2 de mayo, una batería de actuaciones para mejorar la situación de los menores tutelados de la isla, especialmente para garantizar sus derechos y protegerlos.

Actualmente, el nivel de ocupación de la Casa de la Infancia es uno de los más grandes que se ha vivido nunca, con un incremento de 13 menores en los últimos 9 meses y llegando a 29 menores, 15 chicos y 14 chicas. Esta cifra supera ampliamente la capacidad del centro residencial, que tiene un aforo de 18.

Dicho incremento va asociado al aumento de notificaciones a través del RUMI (Registro Unificado de Maltrato Infantil), lo que ha supuesto un mayor número de atenciones y seguimientos de menores en situaciones de riesgo por parte del Servicio de Infancia y Familia del Consell Insular.

"No solo tenemos que poner atención en el incremento de los menores tutelados, sino también hacer una valoración general teniendo en cuenta el incremento de casos de intervención en el entorno familiar, el incremento del absentismo escolar y los problemas conductuales en diferentes ámbitos y que afectan a toda la sociedad. Y, sobre todo, saber qué factores hay detrás de este incremento, para mejorar la eficacia", ha expuesto la consejera de Bienestar Social de Menorca, Carmen Reynés.

Los expertos creen que la aparición y auge de las nuevas tecnologías y redes sociales ha supuesto un cambio sustancial en la forma de comunicarse y relacionarse entre los menores y también el fácil acceso a estupefacientes ha supuesto la aparición de patologías de salud mental entre los jóvenes.

"Para hacer frente al incremento de menores en la Casa de la Infancia, de manera provisional, terminamos un piso para trasladar los menores mientras se redactaba y firmaba el convenio de una casa con unas características más adecuadas con el Ayuntamiento de Maó. Desde un principio teníamos claro que queríamos llevar a cabo actuaciones para reestructurar espacios y separar los menores por edades y perfiles, puesto que no todos tienen las mismas necesidades y atención. Todo esto, con un incremento de personal cualificado y con turnos que cubren las 24 horas del día", ha argumentado Reynés.

De los 29 menores tutelados, 15 de entre 12 y 17 años residen en la Casa de la Infancia, 10 de entre 6 y 11 años en el piso complementario y 4 residen a AMADIBA, un centro de atención integral para menores que precisan atención especializada y rehabilitadora por discapacidad emocional o conductual. Está previsto que los menores que viven en el piso puedan trasladarse a su nueva vivienda en dos semanas como máximo.

"Se está acabando de poner a punto la casa, la semana que viene iremos a comprar la equipación necesaria y decoración de las habitaciones con los menores, para que puedan escoger lo que más les guste y se sientan como en casa, puesto que creemos esencial que se sientan a gusto en su espacio", ha explicado Reynés.

"Paralelamente, se está proyectando la remodelación de la Casa de la Infancia para convertirla en un centro de protección de menores con problemas conductuales, con una intervención especializada. En los últimos meses hemos aumentado en 10 personas la plantilla de personal de la Casa de la Infancia", ha puntualizado el director insular de Atención Social, Daniel García de Mar.

Además, la batería de medidas incluye la implantación de mejoras como introducir un motor en la puerta para cerrar por la noche, más presencia policial y luz alrededor de la Casa de la Infancia, nuevos programas de talleres formativos y de acompañamiento y apoyo a menores, además de profesionalizar el personal y mejorar su situación laboral.

Próximamente, el departamento de Bienestar Social también empezará la redacción del proyecto y licitación de obras de las oficinas de servicios de menores de la calle Vasallo.

Ante el aumento del número de menores en el sistema de protección, la consejera ha razonado que es "necesaria una mayor inversión en las políticas de prevención con el objetivo de fortalecer las familias vulnerables y evitar que la acogida residencial sea la medida predominante". Por eso, ha considerado importante llegar a tiempo y apela a la detección temprana como herramienta esencial para evitar la agravamiento del problema. "Iniciaremos un programa piloto con un equipo de intervención familiar para la atención en familias de menores que se encuentran en una situación de riesgo a través de un equipo multidisciplinario. Este estará formado por un psicólogo, dos trabajadores sociales y tres educadores sociales", ha expuesto Reynés.

Por otro lado, en las pasadas semanas, el departamento de Bienestar Social inició una campaña de acogida familiar para menores en situación de desprotección y desde aquel momento se han realizado ocho entrevistas informativas, se ha hecho formación de cuatro familias y dos han solicitado ser familia de acogida. Esta campaña se complementará con jornadas donde se podrá compartir y conocer la experiencia de la acogida a través de testigos que han acogido y de menores que fueron acogidos por familias. Actualmente hay 25 familias de acogida en Menorca.

Finalmente, la consejera de Bienestar Social ha reflexionado que es importante la coordinación entre los diferentes agentes que intervienen en la protección y educación de los menores, y que se está trabajando en la puesta en marcha de un plan socioeducativo para atender al alumnado con trastornos graves de conducta