“Sin amarres, morimos”: el Club Marítimo de Mahón alza la voz en “Viu el Port”

Basilio Ferrer reclama en COPE Baleares estabilidad en las concesiones para garantizar la labor deportiva y formativa del club durante el especial celebrado en el puerto de Maó

Ignasi Catchot

Menorca - Publicado el - Actualizado

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Nuestro polideportivo es el puerto. Si no tenemos amarres, morimos”. Así de claro se expresó Basilio Ferrer, presidente del Club Marítimo de Mahón, durante el especial de COPE Baleares con motivo de la jornada “Viu el Port”, celebrada este fin de semana en el puerto de Maó. Ferrer aprovechó la oportunidad para lanzar un mensaje directo a las administraciones: la falta de estabilidad en las concesiones portuarias pone en riesgo el futuro de una entidad centenaria clave para la vida náutica, educativa y social de Menorca.

El Club Marítimo de Mahón, fundado en 1925, es una de las instituciones náuticas más antiguas de Baleares. Su objetivo ha sido siempre el de fomentar el deporte náutico y acercar el mar a la ciudadanía. Actualmente, la entidad cuenta con unos 800 socios y una activa escuela de vela por la que cada año pasan decenas de jóvenes menorquines.

En la entrevista, Ferrer alertó de que la concesión actual que permite al club operar en el puerto es provisional y de solo tres años, con vencimiento en noviembre de este año. “Esperamos que se nos vuelva a valorar y podamos acceder a una concesión más larga, que nos permita planificar y consolidar todo lo que hacemos. Sin acceso al puerto, desaparecemos”, insistió.

Un puerto con vida 365 días al año  

Durante el programa especial, Ferrer destacó el compromiso del club con la actividad anual en el puerto de Maó. “Somos de las pocas entidades que lo vivimos todo el año. En invierno seguimos con entrenamientos, regatas y formación. Y junto a nosotros, los voluntarios de la Isla del Rey. Somos los que damos vida al puerto fuera de la temporada alta”, recalcó.

La programación deportiva del club incluye competiciones de todas las categorías: regatas de Ilkas y Óptimis, el Campeonato Baleares de Cruceros, el de Snipes, la regata Menorca–Sant Joan y, en agosto, la prestigiosa Copa del Rey de Barcos Clásicos, que en 2025 alcanza su 26ª edición. “Solo la hemos tenido que suspender algunos años por condiciones meteorológicas o por falta de amarres”, recordó Ferrer.

Este tipo de eventos no solo dinamizan la vida deportiva, sino también la economía y el turismo local. En ediciones anteriores, la Copa del Rey de Clásicos ha reunido embarcaciones procedentes de toda Europa, con tripulaciones que valoran especialmente la belleza y seguridad del puerto natural de Maó, uno de los más grandes y profundos del Mediterráneo occidental.

Formar personas a través del mar  

Más allá de la competición, Ferrer defendió con firmeza el carácter formativo del Club Marítimo. “Todo lo que ingresamos por los amarres lo destinamos a formar a los chicos. Enseñarles a disfrutar del mar es enseñarles a cuidarlo, a amarlo”, explicó. En colaboración con centros educativos de la isla, el club impulsa programas para que los escolares se inicien en la navegación ligera, siempre con un enfoque en la sostenibilidad y el respeto al medio marino.

Luis Alejandre, representante de los Amigos de la Isla del Rey y también invitado al programa, respaldó sus palabras: “El Club Marítimo no solo forma deportistas, forma personas. Lo que hacen es impresionante”. Ferrer añadió: “Ver a los monitores enseñar a los niños a salir adelante cuando vuelcan o se hunden es formación en valores, en superación, en esfuerzo. Y esos chicos que reman y navegan no se agarran luego a las drogas ni a otras cosas. 

 La jornada “Viu el Port” sirvió no solo para dar a conocer la actividad del puerto de Maó, sino también para visibilizar reivindicaciones como las del Club Marítimo: una institución que, a pesar de los obstáculos, sigue apostando por el mar como escuela de vida.

valoración positiva de la primera jornada 'viu el port'

La positiva acogida de esta primera edición de “Viu el Port” no solo demuestra el interés de la ciudadanía menorquina por acercarse a su puerto, sino también el potencial de este tipo de jornadas para estrechar la relación entre el entorno portuario y la sociedad civil. La implicación de entidades locales, la variedad de actividades para todos los públicos y la alta participación refuerzan la idea de que el puerto de Maó no es solo una infraestructura estratégica, sino un espacio vivo, abierto y compartido. Una experiencia que, a juzgar por la respuesta del público, merece repetirse.