El mar puede ser ideal para tus hijos… o muy peligroso si no haces esto

Parece inofensivo, pero el mar puede esconder peligros que muchos padres pasan por alto

Sofia González Vázquez

Mallorca - Publicado el

2 min lectura

El mar puede ser un escenario perfecto para que los niños se diviertan, aprendan y desarrollen su bienestar físico y emocional. Sin embargo, también es un entorno que exige ciertas precauciones para evitar riesgos, especialmente durante los meses de verano, cuando se incrementan las visitas a playas y calas.

Desde un punto de vista saludable, pasar tiempo en el mar aporta numerosos beneficios para los más pequeños. El ejercicio físico que realizan al nadar o jugar en el agua mejora su condición física general, el contacto con la naturaleza refuerza el bienestar emocional y el agua salada puede ayudar a aliviar ciertas afecciones respiratorias y dermatológicas, como explica el pediatra Jorge Muñoz.

Los riesgos reales: lo que sí preocupa a los pediatras  

"El mar es un entorno muy beneficioso para los niños, tanto por el ejercicio que hacen como por el efecto del agua salada en la piel y en las vías respiratorias", afirma Muñoz.  No obstante, el mar también esconde ciertos peligros que no deben pasarse por alto. Entre los principales, el doctor Muñoz destaca los riesgos de ahogamiento, ya sea por corrientes inesperadas, pozos de agua o simplemente por pérdida de control en zonas profundas. También alerta sobre las quemaduras solares, que pueden ser graves si los niños permanecen demasiado tiempo al sol sin la protección adecuada, así como el contacto con fauna marina potencialmente lesiva, como medusas o erizos de mar.

"Hay que vigilar especialmente las corrientes, evitar zonas peligrosas y prestar atención a posibles pozos o desniveles", advierte. "Además, es fundamental aplicar protector solar con frecuencia y estar atentos al entorno marino".

Uno de los mitos más extendidos en las familias es el famoso consejo de no bañarse después de comer por miedo a un “corte de digestión”. En este sentido, el doctor Muñoz es claro: "Es un bulo, no hay ninguna base científica que obligue a esperar dos horas tras la comida. Lo importante es que el baño no sea brusco y que el niño esté tranquilo, especialmente si ha comido en abundancia", aclara.

Supervisión y sentido común: claves para un verano seguro  

Para que el mar siga siendo un lugar de disfrute y aprendizaje, el pediatra recomienda seguir algunas normas básicas: los niños deben estar siempre bajo supervisión adulta, utilizar protección solar adecuada, evitar zonas con corrientes o desniveles y respetar las reglas de seguridad acuática. También advierte sobre el peligro de saltar desde rocas, una práctica habitual pero que puede acabar en lesiones graves. "Tirarse desde las rocas es muy arriesgado. No siempre se ve lo que hay debajo del agua y las consecuencias pueden ser graves", señala.

Y para quienes quieran disfrutar del sol sin riesgos, el doctor aconseja evitar las horas centrales del día y aplicar protector solar de amplio espectro cada dos horas. "Tomar el sol puede ser beneficioso, pero siempre con precaución. Mejor hacerlo en las primeras horas del día o por la tarde, nunca al mediodía", concluye.

El mar puede ser un gran aliado en el desarrollo de los más pequeños, siempre que se aborde con responsabilidad, sentido común y medidas de prevención adecuadas.

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