Detrás del suicidio: no quieren morir, quieren dejar de sufrir
El Teléfono de la Esperanza insiste en que la atención 24 horas al día, los 365 días del año, salva vidas
Prevención del Suicidio
Mallorca - Publicado el
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El Teléfono de la Esperanza de Baleares ha atendido a 1.682 personas durante el primer semestre de 2025, una cifra que representa un descenso del 20% respecto al mismo periodo del año anterior pero que confirma la alta demanda de apoyo psicológico en el archipiélago. La presidenta de la entidad, María Antonia Mateu, y el portavoz, Lino Salas, destacan que, gracias al Chat de la Esperanza, ahora pueden llegar a un rango de edad mucho más amplio, desde adolescentes de apenas 12 años hasta personas de más de 80.
Teléfono de la Esperanza Baleares
Chat de la Esperanza: un canal vital para jóvenes
Uno de los datos más preocupantes es que el 20% de las peticiones de ayuda a través del chat de jóvenes están vinculadas con la conducta suicida. Aunque las llamadas por este motivo han bajado ligeramente, los especialistas advierten de que el problema no desaparece, sino que se transforma. Las consultas relacionadas con ansiedad, autolesiones, trastornos de alimentación o crisis existenciales van en aumento. “Cada vez nos llaman antes de llegar a esto. Porque la temática suicida empieza cuando hay mucha ansiedad, mucha depresión, mucha soledad. Nosotros intentamos parar todo esto”, explica Mateu.
Lino Salas, Teléfono de la Esperanza Baleares
La presidenta subraya que en muchos casos detrás de la idea suicida no hay un deseo real de morir, sino un grito de ayuda, un intento desesperado de dejar de sufrir. “Lo que quieren no es morir, sino dejar de sufrir”, insiste. Los datos confirman la magnitud del problema: antes de la pandemia, entre 2015 y 2019, atendieron a unas 6.000 personas; después, entre 2020 y 2024, la cifra se disparó a más de 21.000, lo que supone un aumento del 343%. También las consultas relacionadas con el suicidio se han cuadruplicado.
La organización alerta de la especial vulnerabilidad de niños, adolescentes y jóvenes. Antes de la pandemia se contabilizaron 405 casos en menores y jóvenes de hasta 34 años, pero tras la crisis sanitaria esa cifra se multiplicó por cuatro, llegando a los 1.672. En edades cada vez más tempranas, los menores no suelen llamar al teléfono para pedir ayuda: lo que hacen es buscar en Internet o en redes sociales frases como “cómo suicidarme sin dolor”, y es ahí donde se encuentran con el número del Teléfono de la Esperanza. “Muchos llegan al chat sin saber explicar con claridad lo que les ocurre, simplemente porque se sienten mal y no ven salida”, cuenta Salas.
Teléfono de la Esperanza
La entidad insiste en que la salud mental es un problema de salud pública y que la labor de sus voluntarios es fundamental para mantener un servicio que funciona las 24 horas del día, los 365 días del año. “Una atención inmediata puede salvar vidas”, subraya Mateu. Por eso han convocado dos sesiones informativas en Palma, los días 10 y 15 de septiembre, en CaixaBank de Avinguda Alexandre Rosselló, para animar a nuevos voluntarios a sumarse al proyecto.
En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, el mensaje que lanzan es claro: “Sí, puedes elegir otro futuro. Y no tienes que hacerlo solo”.