Una conductora borracha choca contra siete coches, intenta huir y agrede a 4 policías en Palma

La tarde del pasado martes se tornó caótica en la calle Moisès de Palma, donde una mujer de 55 años y nacionalidad peruana fue detenida por la Policía Local tras protagonizar un escandaloso incidente de tráfico y agredir violentamente a los agentes. Los delitos imputados incluyen atentado a agentes de la autoridad, lesiones leves y un grave delito contra la seguridad vial.

Todo comenzó cuando una patrulla de la Policía Local de Palma fue alertada por un siniestro vial. Testigos presenciales indicaban que una conductora, aparentemente ebria, intentaba fugarse del lugar. Al llegar, los agentes encontraron a la mujer dentro de su vehículo.

en dirección contraria

Los vecinos relataron a los policías cómo la implicada había accedido a la vía en dirección contraria, colisionando inicialmente con otro coche que circulaba correctamente. Lejos de detenerse, aceleró bruscamente, provocando una cadena de choques que afectó a siete vehículos estacionados. La situación era tan peligrosa que varios vecinos tuvieron que intervenir para retirarle las llaves del contacto y evitar que huyera. En ese momento, la conductora mordió en el brazo a uno de los valientes vecinos, quien, a pesar de la agresión, decidió no presentar denuncia.

Los agentes confirmaron rápidamente las sospechas: la mujer presentaba síntomas evidentes de embriaguez. La prueba de alcoholemia arrojó un resultado de 1,10 mg/l en aire espirado, una cifra que cuadruplica la tasa máxima legal permitida de 0,25 mg/l. Además, se negó de forma reiterada a realizar la preceptiva segunda prueba.

Ante su negativa a salir del coche y un estado de agresividad creciente, los policías se vieron obligados a usar la fuerza mínima indispensable para extraerla del vehículo. Fue entonces cuando la situación escaló dramáticamente: la mujer comenzó a lanzar patadas y manotazos, agrediendo a cuatro agentes. Durante el forcejeo, profirió graves insultos, se despojó de sus prendas superiores y se arrojó al suelo, ofreciendo una fuerte resistencia hasta que finalmente pudo ser reducida y detenida.

Una vez concluidas las diligencias por parte de la Sala de Atestados de la Policía Local, la mujer fue puesta a disposición judicial. 

dos conductores ebrios en la misma madrugada

 Hace unos días, la Policía Local de Palma detenía a un hombre español de 28 años en la calle Juan Gris por su presunta implicación en delitos de daños, contra la seguridad vial y apropiación indebida.

Los agentes fueron informados por varios testigos que un coche había colisionado contra otro estacionado. Tras el choque, el conductor bajó del vehículo en un estado de gran agitación y comenzó a golpear retrovisores y doblar limpiaparabrisas de varios coches de la zona, antes de adentrarse en un aparcamiento público cercano.

Minutos después, el individuo se presentó voluntariamente ante los policías, confesando ser el autor y alegando haber perdido el control del coche. Los agentes observaron evidentes síntomas de embriaguez y solicitaron la presencia de la Unidad de Vehículos de Accidentes (UVAC). La prueba de alcoholemia arrojó un resultado de 0,74 mg/l de alcohol en aire espirado, casi el triple del máximo legal permitido.

Esa misma madrugada, la Policía Local de Palma actuaba ante otro incidente. Un conductor de 47 años y nacionalidad guatemalteca está siendo investigado por un presunto delito contra la seguridad vial, después de que fuera sorprendido o saltándose un semáforo en rojo y casi colisionando con un motorista.

Una patrulla de la Unidad Nocturna de la Policía Local observó la grave infracción. Al presenciar el casi accidente, los agentes activaron las señales prioritarias para interceptar al vehículo. Sin embargo, el conductor ignoró las indicaciones policiales y continuó su marcha por varias calles estrechas, dificultando su detención. La persecución finalizó en la calle Bisbe Perelló, una vía más amplia donde los policías lograron situarse en paralelo y ordenarle que detuviera el coche.

Al acercarse al conductor, los agentes notaron evidentes síntomas de embriaguez. Se solicitó entonces la presencia de una unidad especializada para realizar la prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado de 1,23 mg/l en aire espirado, una tasa significativamente alta que excede con creces el límite legal permitido.