El Juzgado de Instrucción número 12 de Palma ha condenado a un ciudadano como autor responsable de un delito leve de amenazas a un Agente de Medio Ambiente en acto de servicio.

Los hechos se produjeron en enero de este año cuando el agente se personó en una zona forestal después de ser alertado que se estaba produciendo una quema de poda.

En un primer momento, no advirtió presencia humana y pidió, en consecuencia, la intervención de una tanqueta de incendios dando el aviso correspondiente a la Policía Local.

Posteriormente, compareció en el lugar de los hechos un grupo de individuos, en un estado muy alterado, según declaró el agente, quién levantó acta administrativa. Una vez la Policía Local abandonó el lugar, y en presencia de los bomberos, el condenado amenazó el agente con represalias a la vez que tomaba fotografías de él y de la matrícula de su vehículo.

El juzgado ha considerado probado que los hechos son constitutivos de un delito leve de amenazas previsto en el artículo 171.7 del Código penal.

El conseller de Medi Ambient i Territori, Miquel Mir, se ha mostrado satisfecho por la sentencia y, después de condenar esta y cualquier tipo de agresión a los agentes, ha querido lanzar «un mensaje de apoyo al servicio de Agentes de Medio Ambiente, que, desgraciadamente, tienen que enfrentarse a situaciones de este tipo». En este sentido, ha recordado que los Agentes de Medio Ambiente son agentes de la autoridad, ejerciendo funciones de policía judicial genérica y administrativa.

Como agentes de la autoridad, los integrantes del servicio tienen la obligación de investigar y denunciar cualquier infracción de tipo ambiental, tanto las que van por la vía penal como por la administrativa.