La otra cara de los polígonos de Palma: carreras, botellones y 11 toneladas de basura
Son Castelló se convierte de nuevo en escenario de vertidos incontrolados con toneladas de basura que EMAYA ha tenido que retirar

Toni Monjo, director gerente de ASIMA
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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La empresa municipal EMAYA ha retirado más de 11.000 kilos de residuos acumulados en un vertedero ilegal ubicado en el polígono de Son Castelló. La magnitud de la operación requirió hasta ocho descargas completas de los camiones de limpieza, y entre los materiales recogidos había restos de construcción, muebles en desuso, neumáticos, piezas de vehículos y una notable cantidad de desechos orgánicos.
Se trata de un problema que no es nuevo y que, según denuncian asociaciones empresariales, se repite con frecuencia en los polígonos industriales de Palma, especialmente en Son Castelló y Can Valero. Más allá de la imagen de abandono que generan, estos vertederos suponen un riesgo para el medio ambiente y la salud pública.
El director gerente de ASIMA, Toni Monjo, explica que el origen de esta situación está en comportamientos incívicos: “Desgraciadamente, estas actuaciones son una constante en los polígonos. Hay puntos adecuados para depositar estos residuos, pero algunos prefieren dejarlos en cualquier esquina para evitar el coste que supone su tratamiento”. Además, recuerda que este problema se acentúa en momentos de menor vigilancia, como los fines de semana o los viernes por la tarde.
Monjo añade que, aunque existen puntos de recogida autorizados, no siempre resultan prácticos para empresas o particulares que generan residuos en grandes cantidades. “El punto verde está pensado para particulares y pequeñas cantidades. Cuando hablamos de materiales de construcción, componentes de vehículos o mobiliario, muchos optan por la vía rápida e ilegal”, subraya.
Botellones y carreras ilegales
La asociación alerta también de que los polígonos sufren otros problemas derivados de la falta de civismo. “En Can Valero tenemos un problema añadido con los botellones y las carreras ilegales de coches. Se hacen apuestas y se consumen sustancias, lo que deriva en situaciones peligrosas e incívicas”, señala Monjo.
A pesar de ello, reconoce los avances logrados gracias a la colaboración con el Ayuntamiento de Palma y la Policía Local: “Estamos viendo mejoras en limpieza, seguridad y mantenimiento. Hay mucho margen todavía, pero al menos sentimos que se nos escucha”.
Vigilancia y civismo
Desde ASIMA insisten en que, además de las limpiezas puntuales y las sanciones, es fundamental la educación cívica y la implicación de las empresas en el cuidado de sus propias parcelas. “No pedimos nada extraordinario, solo que cada cual asuma su parte de responsabilidad. Si no, estos vertederos seguirán apareciendo”, afirma Monjo.
La actuación de EMAYA en Son Castelló demuestra que, con coordinación entre administraciones y asociaciones empresariales, se pueden afrontar los vertederos ilegales. Sin embargo, la solución definitiva pasa por reforzar la vigilancia y, sobre todo, concienciar a ciudadanos y empresas para que los polígonos de Palma no se conviertan en puntos negros de residuos.