El RCD Mallorca sigue atascado y sin ganar en casa

Acumula diez jornadas sin ganar tras empatar 1-1 ante el Cádiz.

El RCD Mallorca sigue atascado y sin ganar en casa

Jordi Jiménez

Mallorca - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Fue el partido previsto, nada que se saliera del guión previsible de este Mallorca-Cádiz que se coló en la noche de Liga de Campeones, por el aplazamiento en su día del encuentro. Era la Champions de la permanencia, y se notó. Mallorca y Cádiz libraron una batalla en cada palmo de terreno.

Un terreno que se "embarró" sobre el tapete por las continuas simulaciones. Desde el minuto uno se vio que el Cádiz quería sacar de sus casillas al Mallorca, descentrarle, crispar a alguno de sus jugadores. A punto estuvieron Copete o Samú Costa de entrar en la trampa. Pero siempre hubo un compañero atento para llevárselo y, hay que decirlo, estuvo también Iglesias Villanueva atento a los engaños.

Iván Alejo, uno de los grandes actores de la liga española, simuló en cada roce desde el primer minuto de partido, en cada leve contacto buscó engañar al árbitro y que los jugadores del Mallorca fueran amonestados. No lo consiguió. Las amarillas llegarían en la segunda parte y por entradas. Por muchas críticas que reciba el colegiado, Iglesias fue el que estuvo a mejor nivel para el buen desarrollo del partido.

Y también hay que decir que el único equipo que propuso algo fue el Mallorca. Con sus limitaciones y su desorientación ofensiva, pero lo intentó. El Mallorca sólo encajó a balón parado, un auténtico golazo de Alcaraz, porque Rajkovic apenas tuvo que parar, salvo por una mala salida suya y después por un intento desde medio campo estando él demasiado desplazado.

Por contra el Mallorca generó algunas ocasiones, el gol del empate de Abdón, su quinto gol, fue un gran testarazo. Pero es que también hubo una doble ocasión entre Darder y Larin (otra vez Larin ansioso ante portería), o el palo de Valjent de la segunda mitad que no era fuera de juego, o la última de Llabrés. El portero que tuvo más trabajo en definitiva fue David Gil, quien además tuvo un desliz que a punto estuvo de costarle el gol en un resbalón.

La tendencia de este Mallorca es clara: correcto defensivamente, desorientado ofensivamente y desacertado ante portería. Así se explica la única victoria que lleva el equipo en 14 jornadadas. Salía Aguirre con su acostumbrada defensa de cinco, esta vez con dos delanteros, algo muy arriesgado porque con Muriqi lesionado, un contratiempo con Abdón o Larin, que jugaron todo el partido, le hubiera salido muy caro al equipo, que tiene el domingo otra batalla ante el Alavés de Luis García.

La batalla en la medular no fue ganadora para el Mallorca, con cuatro medios el Cádiz nunca supo generar el equipo. Tardó Aguirre en modificar tácticamente y lo hizo en el 70' al quitar un central, Copete, y pasar a defensa de cuatro y jugar con 4-4-2. La parte positiva fue que en ese sprint final de partido se pudo ver que Javi Llabrés sí es un jugador diferente, que Aguirre debería darle más minutos. Sobre todo porque insiste en Amath que no acaba una jugada en condiciones por más voluntad que ponga mientras el canterano tiene minutos residuales. Ayer le dio cosas diferentes y suya fue el mejor tiro de la segunda parte, con el partido a punto de concluir.

La conclusión es que el Mallorca sigue haciendo las mismas cosas y por lo tanto como dice aquella máxima, consigue los mismos resultados. A su orden defensivo tendrá que agitar más su ataque si quiere desequilibrar. Para que Darder pueda hacer aquello para lo que le trajeron, deberá tener jugadores por delante rompiendo líneas, los laterales deben incorporarse más, Amath para que un día acierte, y sobre todo jugadores como el citado Llabrés o Luna, el colombiano al que no ha hecho ni debutar, deberían aportar cosas.

En todo caso, bien haría Pablo Ortells en encontrar para este mercado ese tipo de jugador con desborde que apenas existe en la plantilla del Mallorca, en la confección de una plantilla con jugadores superpuestos, mucho centrocampista y mucho jugador de balón al pie. Así es imposible en primera división progresar. Las culpas imputables a Aguirre están en el debate, pero nadie habla de las cosas que faltan en la plantilla. Y así se explican las crisis de resultados.

Era inevitable la nostalgia mallorquinista al ver juntos en el palco a Muriqi y Kang-In Lee, quien volvía de visita a Son Moix, porque esa pareja dio mucho fútbol y goles la pasada temporada al equipo de Aguirre.

Dicho esto, si esta temporada, jugando como la pasada temporada, el equipo hubiera tenido acierto ante portería que sí tuvo el pasado curso, no habría ni debate.

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