El Real Mallorca tiene desde hoy mismo una tarea más que importante en los despachos. Dicha tarea no es otra que la de evitar que Luka Romero, una de las mayores perlas de la cantera mallorquinista en estos últimos años, pueda salir del club y el propio Mallorca no pueda hacer nada por evitarlo.

Ese nuevo deber para Pablo Ortells le llega al responsable de fútbol del conjunto bermellón porque hoy Luka cumple 16 años, una edad que es la mínima que se requiere para poder hacer un contrato profesional y eso quiere decir que el jugador mexicano, el más joven en debutar en la Primera División del fútbol español, podría incorporarse, si la oferta que le llegase fuese satisfactoria, a cualquier club europeo.

Esa tesitura es la que quiere evitar a toda costa un Real Mallorca que sobre la mesa puede ofrecerle un contrato de tres años al jugador, número máximo de temporadas que en esta situación puede ofrecer el conjunto bermellón, El problema para los bermellones es que si un club viene para fichar a Luka Romero, el Mallorca tan sólo podría tratar de igualarlo que ofreciera dicho club por hacerse con los servicios de un jugador que, ajeno a todo lo que le rodea en torno a su posible futuro, ha recibido la ‘cariñosa’ felicitación de sus compañeros del primer equipo rojillo con el habitual pasillo de collejas al que se suele someter al cumpleañero en los equipos de fútbol.

En toda esa negociación, que tiene previsto comenzar el club cuanto antes tiene una importancia considerable el entorno del jugador que, de hecho se encuentra más que satisfecho con la forma en la que se está llevando la progresión del jugador en el Mallorca y con la forma de manejar el crecimiento de un jugador en el que hay depositadas muchas esperanzas y que sigue compitiendo a caballo entre primer equipo y filial mallorquinista.