La Liga de Campeones más emotiva de Rafa Pol
El técnico mallorquín, asistente de Luis Enrique en el PSG, perdía hace seis meses a su pareja, Raquel. E su segunda Liga de Campeones tras la conseguida hace 10 años en el Barcelona
La emoción de Rafa Pol en la final de la Liga de Campeones
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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Ningún triunfo deportivo ni éxito en la vida devuelve a un ser querido, cuya inspiración, sin embargo, sí puede ayudar a seguir buscando ese triunfo, la excelencia en lo que se hace. Plantearlo parece fácil, llevarlo a cabo es mucho más difícil.
Ante la pérdida de un ser querido hay diferentes formas de afrontar la situación y no hay una fórmula mágica válida para todos, no hay una receta en la que ponga "tómese usted esto cada ocho horas". Las personas no son robots, no se aprieta un botón y se resetea la mente para seguir adelante. Tampoco hay ayuda externa que sirva si la persona interiormente no gestiona la situación, si es capaz de convivir con la tristeza, si es capaz de convivir con el dolor, si es capaz de transmutar ese dolor en fuerza de voluntad. ¿La motivación por seguir adelante dónde se encuentra? Cada uno la encuentra en un lugar distinto.
En el caso de un técnico en la unión con un cuerpo técnico, en la excelencia en lo que se hace, en los retos deportivos, todo ello en el plano material, pero lo fundamental es aceptar que aunque físicamente el ser querido ya no esté presente, sí lo está espiritualmente. Así ha dicho Luis Enrique, técnico del PSG y su familia, la pérdida de su hija Xana. El ejemplo de su compañero y jefe debió ser una gran inspiración para el mallorquín Rafel Pol, segundo entrenador del asturiano.
Ha sido un año muy duro para el cuerpo técnico del Paris Saint Germain, con la pérdida de la hija de Luis Enrique y de la pareja de Rafa Pol, por lo que la brillante conquista de esta Liga de Campeones ha tenido un impacto emocional muy importante para los técnicos y sus familias.
Pol perdía hace seis meses a su pareja, Raquel. En los meses previos llamaba la atención la ausencia de Rafa por ejemplo en algunas escenas del excelente documental de Movistar sobre Luis Enrique. Pol estaba entre su trabajo en el club y la atención a Raquel en unos meses muy duros.
Finalmente se producía el fatal desenlace, un golpe durísimo para el técnico mallorquín, quien el pasado 10 de Noviembre escribía: "A la vida, por injusta que parezca hoy, le estoy infinitamente agradecido por el amor y el tiempo que me regaló con Raquel. Hoy es inevitable el dolor, fruto del miedo a perder algo maravilloso, pero Raquel no se irá. Nuestra realidad se esculpe a partir de la memoria, por ende, el pasado nunca muere, ni siquiera es pasado. El ahora no es más que una colección de huellas, y las que deja Raquel son grandiosas, motivo de inspiración, no de sufrimiento. Por ello, como nos enseñó Raquel, no la pensaremos ausente, no la buscaremos en el olvido, la buscaremos dentro porque ahí estará. Te quiero infinito".
Sin ninguna duda esa fortaleza interior ha permitido a Pol afrontar los retos más que exigentes que tenía por delante en el plano deportivo en el Paris Saint Germain, con el que han conquistado otro triplete como hicieran en el Barcelona. Es la segunda Champions de Pol junto a Luis Enrique, al que acompañó en las etapas en equipos como Roma, Celta, Barcelona y España. Pol era inicialmente el preparador físico pero sus conocimientos y su capacidad la convirtieron en entrenador asistente ya en la selección española.
En los últimos minutos de partido, con la goleada ya encarrilando el gran éxito de la primera Champions de la historia del PSG, la imagen de Rafa Pol era la de la viva emoción en el banquillo. No podía contener las lágrimas, unas lágrimas que iban más allá de la gloria deportiva y del trabajo de tanto tiempo, unas lágrimas que ascendían al cielo de Raquel.
Al finalizar el partido, un gran tifo con la imagen dibujada de Luis Enrique y su hija Xana presidía la grada de los aficionados del PSG. Luis Enrique decía que lo agradecía pero que no necesita ninguna victoria para tener presente a su hija, que está con él cada día.
Rafel Pol escribía en francés tras el partido: "la victoria más bonita de mi vida", con la imagen de todo el equipo con la Copa de Europa en el vestuario.
En el día de ayer en plena celebración, se ve a Pol tomando la Copa y ofreciéndosela a la afición desde el autobús con un "Merci Paris" "Trajimos la Copa a casa".