Don Miguel Fernandes, nuevo sacerdote para la diócesis de Tui-Vigo
Se trata de la primera ordenación sacerdotal en la diócesis en los últimos tres años
Vigo - Publicado el
3 min lectura
La diócesis de Tui-Vigo cuenta desde hoy con un nuevo sacerdote, Miguel Fernandes, ordenado a las 17:00 horas en la centenaria catedral de Santa María de Tui, donde el presbiterio diocesano sumó un nuevo miembro al clero. Tras completar sus estudios en el Seminario Mayor «San José» de Vigo y ejercer en los últimos meses como diácono, Fernandes fue ordenado sacerdote por el obispo de Tui-Vigo, monseñor Antonio Valín. A la celebración asistieron el obispo emérito, numerosos sacerdotes diocesanos, así como familiares y amigos del nuevo presbítero. Se trata de la primera ordenación sacerdotal en la diócesis en los últimos tres años, después de la de Ramiro Álvarez y José Emilio Veiga en junio de 2022.
En el contexto de la solemnidad litúrgica de la Inmaculada Concepción de María, la comunidad cristiana fue invitada a vivir una doble alegría: la del tiempo de Adviento, que anuncia la cercanía de la Navidad, y la de la incorporación de un nuevo sacerdote al presbiterio. Tras la proclamación del Evangelio, monseñor Valín subrayó que Dios no abandona a la humanidad en la oscuridad, sino que la elige por amor en relación con Jesús, hijo de María, proponiendo a la Virgen como modelo de escucha, esperanza y camino.
Durante la homilía, el obispo se dirigió especialmente a Miguel, recordándole que es llamado a ser pastor al estilo de Jesús, con un servicio marcado por la cercanía, la compasión y la ternura. Inspirándose en las palabras del papa Francisco, le animó a vivir su ministerio desde la cercanía a Dios y a los hermanos, alimentada por la oración, la escucha de la Palabra y el silencio ante el Señor, así como por la comunión con el obispo, el presbiterio y el pueblo de Dios.
Junto a la cercanía, monseñor Valín destacó la importancia de la compasión y la ternura en el ministerio sacerdotal, exhortando a Miguel a no cerrar nunca el corazón ante las necesidades de los demás. Le recordó que “su tiempo ya no le pertenece, sino que es de otros”, invitándole a “perderlo” escuchando, consolando, acogiendo y siendo siempre misericordioso, para que nadie que se acerque a él se sienta juzgado, desatendido o rechazado. Asimismo, le pidió que en su estilo no hubiera vanidad ni orgullo, sino sólo gratitud, y que viva pobre, como la mayoría del pueblo santo de Dios.
En la parte final de su intervención, el obispo de Tui-Vigo agradeció a Miguel su entrega a esta Iglesia particular y extendió su gratitud a todas las personas que le han acompañado en su proceso vocacional: el seminario y sus formadores, los sacerdotes, su familia, sus amigos y su comunidad parroquial. Finalmente, pidió que la Virgen María sea para él un modelo de entrega confiada, generosidad, alegría y búsqueda constante de la voluntad de Dios.
Tras la promesa de respeto y obediencia al obispo y a sus sucesores, se vivió el momento central de la celebración con el canto de las letanías de los santos, mientras Miguel permanecía postrado en el presbiterio. A continuación, con la imposición de manos del obispo, la acogida del presbiterio y la plegaria de ordenación, nació un nuevo sacerdote para la Iglesia de Tui-Vigo. Después, el nuevo presbítero fue revestido con la casulla y recibió dos signos que explicitan el sacramento recibido: la unción de las manos y la ofrenda para la Eucaristía.
El sacramento del Orden, por el que algunos fieles son constituidos ministros sagrados, comprende tres grados: episcopado, presbiterado y diaconado. Con esta ordenación, Miguel Fernandes pasa a formar parte del presbiterio diocesano como colaborador del obispo en diversas tareas pastorales y sacramentales, entre ellas aquellas que no podía ejercer como diácono: la celebración de los sacramentos de la Eucaristía, la Reconciliación y la Unción de Enfermos.
Según los últimos datos remitidos a la Conferencia Episcopal Española, la diócesis de Tui-Vigo cuenta actualmente con 165 sacerdotes incardinados y 6 diáconos permanentes, responsables de la actividad pastoral y sacramental en este territorio.