La llamada operación Simbomba arrancó durante el verano de 2018 cuando los padres de un menor presentaron una denuncia tras localizar en el móvil de su hijo varios vídeos de contenido pornográfico de otros menores. La investigación comenzó en la localidad de Sobrarbe, en Huesca, donde esta familia se encontraba pasando unos días durante sus vacaciones de verano, y condujo a los agentes hasta el domicilio del ahora detenido, un hombre de 38 años y vecino de la ciudad olívica. 

En las grabaciones, halladas por los padres del niño que presentaron la denuncia, aparecían menores a los que este hombre había engañado con el fin de conseguir este tipo de contenido. Se ponía en contacto con ellos a través de distintos chats y foros en los que se presentaba como menor de edad, compartía material pornográfico con ellos y les pedía que ellos también lo hicieran. 

La detención de este vecino de Vigo, acusado de un delito de provocación y corrupción sexual de menores, fue posible gracias a la labor coordinada de la Guardia Civil de Huesca y la Policía Judicial de Pontevedra. Durante el registro de su vivienda los agentes se incautaron de diverso material, un ordenador portátil y un teléfono móvil.