La primera Ciudad del Vino de España está en un pueblo de Galicia de tan solo 14.000 habitantes: antes que La Rioja

El pintoresco municipio gallego de Cambados reina como la primera “Ciudad Española del Vino” 

Carlos Castro/Europa Press


Ignacio Juanilla Bernardo

Madrid - Publicado el

3 min lectura

El municipio gallego de Cambados reina como la primera “Ciudad Española del Vino” —un reconocimiento nacional otorgado por la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN)— lo que le confiere un distintivo de excelencia y proyecta su legado vitivinícola hacia una proyección turística e internacional inédita  

Situada en el corazón de las Rías Baixas, esta localidad pontevedresa ha sabido aprovechar su profundo vínculo con la viticultura para convertirse en un referente nacional del enoturismo. Con siglos de tradición, un patrimonio monumental singular y una ubicación privilegiada junto al mar, Cambados ha culminado su año como “Ciudad Española del Vino” con un balance más que positivo. Lejos de quedarse en un gesto simbólico, el título ha impulsado iniciativas culturales, económicas y turísticas que ya dejan huella.   

 La esencia del albariño y su herencia vitivinícola  

Cambados no ha sido elegida por casualidad. Su historia, identidad y economía están profundamente ligadas al cultivo de la vid. Es considerada la capital del vino albariño, una variedad autóctona que ha llevado el nombre de Galicia por todo el mundo gracias a su carácter fresco, aromático y atlántico. 

Carlos Castro/Europa Press


La ciudad ha organizado un amplio calendario de actividades que han girado en torno a la cultura del vino: catas comentadas, visitas guiadas a bodegas, rutas entre viñedos emparrados, talleres, concursos y experiencias enogastronómicas. Estas acciones no solo han atraído a turistas nacionales e internacionales, sino que han implicado a la comunidad local, que ha vivido este reconocimiento como un motivo de orgullo colectivo.

Los datos lo respaldan: Cambados ha registrado un notable aumento de visitantes a lo largo del año, consolidando su imagen como destino enoturístico de calidad. Las bodegas locales han experimentado un incremento de reservas, especialmente aquellas integradas en la Denominación de Origen Rías Baixas.

 Patrimonio, vino y mar: una combinación ganadora  

Uno de los grandes atractivos de Cambados es su capacidad para fusionar cultura, paisaje y tradición vinícola. Su casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural, se recorre como una postal viva: calles empedradas, pazos señoriales, iglesias centenarias y ruinas que conviven con los aromas del vino y el mar. 

Entre los enclaves más representativos se encuentran la Plaza de Fefiñáns, el Pazo de Fefiñáns, la Torre de San Sadurniño o las ruinas de Santa Mariña de Dozo, rodeadas de viñedos y misterio. Todo ello complementado por el paseo marítimo, desde donde se divisa la ría de Arousa y se puede disfrutar de un entorno natural privilegiado.

Además, la excelente gastronomía local, basada en el marisco, el pescado y los productos frescos de temporada, marida perfectamente con los vinos de la zona, completando una experiencia sensorial que pocos destinos pueden ofrecer con tanta autenticidad.

 Una oportunidad de futuro para el enoturismo gallego  

Cambados ha asumido el reto de convertir este reconocimiento en una plataforma de crecimiento a largo plazo. Desde el gobierno local ya se trabaja en planes para mantener viva la dinámica generada por el título, fortaleciendo la infraestructura turística, apoyando al sector vinícola y promoviendo la sostenibilidad. 

El impacto económico ha sido visible: aumento en la ocupación hotelera, dinamización del comercio local y nuevas oportunidades para pequeñas y medianas empresas vinculadas al turismo y al vino. La hostelería también ha visto una revitalización, con propuestas que integran el vino en su oferta diaria y eventos especializados.

Este impulso también ha favorecido el posicionamiento internacional de Cambados dentro del mapa de destinos vinícolas europeos. El objetivo ahora es claro: seguir atrayendo visitantes, inversores y proyectos culturales que reconozcan en esta localidad gallega un modelo de éxito basado en el respeto a la tradición, la calidad del producto y el potencial del enoturismo como motor económico.

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