El gesto de amor que conectaba a un niño con cáncer de Ourense con su padre todas las noches: "Solo así podía dormir y esperar un nuevo día"
Miguel es un ejemplo de superación tras superar una leucemia y afirma que "aprendes a darle importancia a lo que realmente importa y eres agradecido cada día y, si te encuentras mal, esperas a que llegue otro día mejor"
Ourense - Publicado el - Actualizado
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La historia de Miguel es un cuento de Navidad. Este joven sufrió leucemia cuando tenía 13 años y hoy es un ejemplo de superación.
En una entrevista en los estudios de COPE Ourense, Miguel relató que la enfermedad no le avisó. Este joven de la parroquia de Dacón en Maside estaba en casa comiendo con sus padres y empezó a encontrarse mal. “Sentí mareos y estaba pálido y no había sentido nada extraño hasta ese momento” resaltó Miguel. Inmediatamente, su madre lo llevó al centro de salud donde recuerda que le hicieron varias pruebas “que eran muy raras pero después ya se hicieron habituales para mí”. Del centro de salud lo trasladaron al CHUO y “allí me asusté mucho” y ya fue derivado al Hospital Alvaro Cunqueiro en Vigo ya que en Ourense no hay oncología pediátrica y a los niños se les atiende en ese hospital vigués.
Miguel ayuda a los niños que pasan por su enfermedad como voluntario de la Asociación Bicos de Papel
Este joven ourensano recordó pasarlo muy mal en los tratamientos de quimioterapia. “Tiene muchos efectos secundarios y a mí se me complicó todo” relató Miguel.
SEÑALES LUMINOSAS DE EMOCIÓN
El chico dormía acompañado de su madre y desde su habitación veía la habitación de su padre en la casa de acogida que tiene la Asociación Bicos de Papel en Vigo. Miguel quería cada noche dar las buenas noches a su padre y encendía y apagaba la luz tres veces como señal de que estaba bien y que su padre descansase tranquilo. Su padre también repetía esas señales luminosas y descansaban antes de afrontar otro día en el hospital. Cuando estaba muy cansado por las sesiones de quimioterapia, le pedía a su madre que fuese ella la que apagase la luz tres veces como señal a su padre. Y le preguntaba: ¿mamá, papá te contestó?” y cuando ella le decía que sí, se quedaba tranquilo y dormía sabiendo que su padre y su madre estaban junto a él. Hoy recuerda con emoción aquellos momentos y así lo contó en COPE Ourense.
Miguel relató que la quimioterapia deja “muchas secuelas” porque “pierdes masa muscular y densidad ósea” por lo que “es bueno hacer actividad física, sea correr, caminar o jugar al tenis como en mi caso”.
El joven de Maside señaló que un chico con esta enfermedad “por desgracia tiene que madurar antes” y, ante lo que vivió “aprendes a darle importancia a lo que importa y no te preocupas por tonterías” además de “ser agradecido cada día y, si te encuentras un día mal, esperas a que llegue otro día mejor”. Para ello, dijo que “siempre tienes que tener buena cara porque quien más lo sufre son tus padres ya que ven un hijo enfermo y es duro y tienes que hacerlo por ellos”.
Miguel destacó el cariño de todo su colegio CPI Terras de Maside donde “se portaron genial” y pudo seguir adelante en el curso con las clases online.
SU ILUSIÓN ES SU FAMILIA
En la comarca de O Carballiño, recibió el cariño de todo su pueblo y de sus amigos en un acto emotivo al ser galardonado con el Premio Arenteira como ejemplo de superación. Hoy, a sus 17 años y tras superar su enfermedad, señaló que su ilusión es su familia “porque han estado conmigo en momentos tan difíciles y tengo que devolverles el favor”.
En la actualidad es voluntario de la Asociación Bicos de Papel, que trabaja para ayudar a niños con cáncer, y colabora para mejorar la vida de los niños ya que “valoran mucho estar con alguien como yo que pasó por lo mismo”.
Miguel lanza un mensaje a todos: “siempre debes afrontar la vida con una sonrisa, quédate con lo positivo y tienes que dar de ti lo mejor cada día”.