Los adolescentes no deberían tener teléfono móvil propio antes de los catorce años. "Es lo que están recomendando los expertos en todo el mundo", explica en Herrera en Cope Galicia Antonio Rial Boubeta, profesor de Psicología de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

"Me parece razonable esperar a los catorce años", pero también es importante que la habituación al smartphone sea gradual. "No ir de cero a cien, debe haber supervisión de los padres".

Rial Boubeta alerta, además, de los peligros que tiene un uso abusivo de la tecnología por parte de los adolescentes. "Termina invadiendo su rutina y con un impacto muy importante en su día a día, se multiplica por cinco el riesgo de que padezcan depresión".

Con relación a la supervisión paterna, el profesor subraya la necesidad de que las familias den ejemplo. "En las encuestas que hacemos a los escolares muchos explican que sus padres utilizan el teléfono móvil cuando están comiendo".

La Xunta extiende la prohibición del teléfono móvil a los recreos

Precisamente, a partir de la vuelta de vacaciones de Navidad los centros educativos de Galicia van a prohibir la utilización del teléfono móvil en los recreos, comedores, actividades extraescolares y pasillos.

Ya está prohibido en las aulas, ahora Galicia va a ser la primera autonomía que extienda la norma a todos los espacios educativos.

"Es coherente", defiende el profesor de Psicología, que pide que además se actualicen los protocolos de prevención de conductas adictivas, porque los que están vigentes tienen ya más de una década de antigüedad.

Reuniones con los centros educativos

Estos días la consellería de Educación ha abierto un diálogo con los centros para pactar los detalles de la nueva normativa. Falta por concretar, por ejemplo, hasta qué edad se aplica la prohibición o cómo se hace el control de que se cumpla la prohibición.

Muchos institutos de la comunidad ya impiden desde hace tiempo a los adolescentes utilizar en teléfono en los centros, siete de cada diez, según los datos del gobierno autonómico.

En el colegio Divino Maestro, en Santiago de Compostela, los chavales tienen que entregar sus dispositivos al entrar por la mañana y se les devuelve a la salida.

Cerca de allí, en San José de Cluny los alumnos pueden llevar el teléfono en la mochila, pero siempre apagado. La coordinadora de la ESO, Pilar Barrera, explica en Herrera en Cope Santiago que incluso en las excursiones de varios días se limita a media hora diaria el tiempo que los menores pueden utilizar sus smartphones.

"Al principio les cuesta, no saben que hacer, pero se acostumbran".