La Xunta de Galicia va a distribuir en los próximos días 10.000 máscaras de protección frente al coronavirus entre las más de una treintena de lonjas asentadas en los muelles dependientes de la comunidad autónoma que mantienen su actividad a pesar de la declaración del estado de alarma.

La administración gallega pretende contribuir con esta medida a que el personal de estas instalaciones cuente con mejores medios para desarrollar su labor en condiciones de seguridad y prevenir así posibles contagios de la enfermedad.

Estos elementos de protección individual fueron entregados por el ejecutivo gallego al Servizo de Gardacostas de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar, que está preparando los distintos lotes y se encargará de su envío a aquellas lonjas que mantienen su actividad con el objetivo de ofrecer alimentos de calidad a la ciudadanía y comercializar los productos de la flota gallega, que sigue faenando al estar incluida por el Gobierno del Estado entre los sectores considerados esenciales.

Las máscaras entregadas por la Xunta se repartirán en los próximos días entre las lonjas que están operativas en función de sus volúmenes de actividad.

En el caso de la provincia de Lugo son dos, las de Burela y Celeiro.

Reforzar las medidas de protección

Esta distribución de material supone dar un paso más en el apoyo a las lonjas para reforzar las medidas de seguridad ante el coronavirus, pues se añade a las recomendaciones y pautas de actuación enviadas desde un primer momento a las cofradías de pescadores gallegas con el objetivo de mantener la actividad con todas las garantías y seguir suministrando alimento de calidad a la población.

El ejecutivo gallego aconsejó reducir las actividades presenciales en las lonjas recurriendo a los medios telemáticos y telefónicos en la medida de lo posible, también en el caso de los trámites con las oficinas administrativas de los centros de subasta.

Además, se recomendó limitar el acceso a la lonja a toda persona ajena al comercio de productos frescos del mar, lo que supuso la cancelación de las visitas turísticas o similares y que solo pudiesen acceder a los locales los compradores y vendedores autorizados en cada lonja.

En el caso de las subastas, la Xunta apuntó que la presencia durante su celebración debería ser la mínima imprescindible con el objetivo de evitar las concentraciones de gente y aplicando siempre las medidas de distanciamiento entre personas que se establecen en las recomendaciones sanitarias.

Con esa finalidad, en caso de ser necesario, recomendó aumentar el número de subastas y hacer la pesada de las capturas por turnos para evitar aglomeraciones.

La exposición de los productos también se debe realizar dejando la suficiente distancia entre filas para mantener el espacio mínimo recomendado entre personas.

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En cuanto a las medidas de higiene, se aconsejó incrementar el nivel de limpieza y desinfección de todas las dependencias de las lonjas así como aumentar la disponibilidad de lavamanos o dispensadores de limpiadores desinfectantes en las zonas de subasta y pesada de las capturas.

En este sentido, la Xunta también recordó la necesidad de cumplir de manera estricta con las medidas generales de higiene y uso de equipos personales de protección.