La protectora de animales "Bigotes" de Burela está en un "estado nefasto", según explica la responsable Anxélica Arsila.
No tienen suministro eléctrico, cuentan con sólo dos caniles, la techumbre se compone de unas placas débiles que cuando llueve no ofrecen protección suficiente y las instalaciones se anegan.
La situación de falta de electricidad lleva a que, en ocasiones, no puedan ni recargar el lector de chips para identificar a los perros abandonados.
Recuerda Anxélica que en el año 2018 habían llegado un acuerdo con el Ayuntamiento para la cesión de unas nuevas instalaciones, pero desde entonces nada de nada.