Una de las repercusiones de la salida de los ingleses de la UE es que dejan unas normas impulsadas por ellos, como la obligación de desembarque o lo que es lo mismo, la prohibición de descartes.

Una complicación para el sector pesquero que surgió a raíz de una campaña de marketing de un famoso cocinero británico y que se impuso para toda Europa. Pero ahora que ellos abandonan la Unión, los países miembros tendrán que seguir respetándola. Y parece que los ingleses no tienen intención de seguirla ahora desde su libertad individual.

Asi lo explica el gerente de la OPP- Lugo, Sergio López, quien lamenta que "la Política Pesquera Común ha dejado de ser común para todos".

Aún queda por conocer muchas repercusiones de esa salida británica en los stocks de especies pelágicas a varios años vista y tantas otras derivadas.

El futuro es más incierto que nunca pero no todo el pescado está vendido. Hay que seguir reivindicando y negociando los derechos de nuestra flota.