La aldea con casas de barro, tejados de paja y temática hobbit que no te dejará indiferente en Foz (Lugo)

Puertas abiertas para el peculiar proyecto turístico artesanal de David Val 

Juana Carrera

Ribadeo - Publicado el

2 min lectura

La aldea Hobbit de Foz ya recibe visitas por Navidad. Estos días está abierta a todos los curiosos para que se sumerjan en un mundo de elfos y golums.

Se trata del proyecto turístico de David Val que no se circunscribe sólo a un proyecto empresarial, es un modo de vida. "Casiñas A Comarca" consiste en recuperar lo auténtico, lo artesanal, lo bonito, dejando a un lado lo cómodo: "Hacer las cosas bonitas, no funcionales como estamos acostumbrados". Recrearse en lo bello y elaborado como las bisagras de las ventanas que encandilan a todos los visitantes.

el gusto por lo bonito

Casas de barro recubiertas por cera de abeja para impermeabilizar, bisagras artesanales para ventanas y oficios manuales desarrollándose en una aldea que se retrotrae al pasado y en la que se convive con los animales.

Cedida

Los burros también habitan en la aldea hobbit

Explica David Val, el impulsor, que "rompe pero es algo que se usaba siempre hasta hace 50 años, barro, paja, madera, piedra, lana de oveja, cal" y la gente piensa "y yo pagando una hipoteca y aquí tú con cuatro duros..."

a principios de verano

David ya está fichando al personal para atender su proyecto turístico porque la idea es empezar a recibir clientes en verano. Pero el personal también tiene que ser especial y entender el concepto porque su trabajo incluye una faceta interpretativa. Hasta la ropa que llevan puesta ha sido cosida a mano, porque todo en la aldea responde a un concepto de vida sostenible. 

La idea es "dar visibilidad no sólo la historia del libro sino también visibilizar todo lo que podemos tener en el día a día y hecho a mano y de aquí".

un espacio dinámico

Además de residir de forma vacacional en la aldea también se organizarán talleres y cursos de forma regular: cerámica, cuero, musicoterapia, meditación. Ya hay gente en la lista de espera para dinamizar la aldea y "sería algo permanente, no sólo de temporada alta, es algo de proximidad".

En definitiva, no es sólo un negocio, es la reivindicación de un modo de vida más natural, ecológico y sostenible en el que se aprecia lo bueno hecho con las manos y con materiales naturales. Una vuelta de tuerca para residir en un pasado más equilibrado pero también más mágico.