Las “agudizaciones” por EPOC y los ingresos derivados de esa enfermedad “bajaron mucho” en Lugo durante la “fase más alta de la pandemia” de coronavirus, según ha explicado a la Cadena Cope el responsable de la unidad especializada que trata en el HULA a los pacientes que sufren esta enfermedad crónica, el doctor Rafael Golpe.

En el Día Mundial de la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), que se celebra este miércoles -17 de noviembre-, Rafael Golpe reconoció que los pacientes de EPOC son “de alto riesgo” ante un posible contagio de Covid.

Con su enfermedad, “si el paciente coge el virus, tiene mucho más riesgo de necesitar ser entubado e incluso de fallecer”, explicó el doctor Golpe, quien en todo caso recordó que las personas que padecen EPOC “son personas más conscientes” de su situación y “más preocupadas por su salud”.

Precisamente por ello, opina que “no es tan curioso” que los ingresos por una “agudización” de su situación en el caso de los pacientes de EPOC bajasen en la fase más alta de la pandemia, dado que las medidas adoptadas para protegerse frente al coronavirus, como el uso de mascarilla, el lavado frecuente de manos o la distancia social, también los ha protegido frente a otros virus respiratorios.

Esos virus respiratorios, recordó, son en muchos casos los causantes de que esos pacientes de EPOC entren en una fase aguda y, en muchas ocasiones, tengan que ser hospitalizados.

La más alta acreditación

La unidad de EPOC del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) acaba de ser acreditada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) como Unidad Especializada de Alta Complejidad en el manejo integral de esta patología, cuya incidencia “entre la población es bastante prevalente”, informa el Sergas.

El doctor Golpe informó de que esta acreditación, que es “la más alta” que concede el SEPAR, reconoce la prestación por parte de esa unidad de “una asistencia de alta calidad” a los pacientes, pero también su labor docente e investigadora.

También recordó la importancia de “detectar precozmente esta patología”, que merma de forma considerable la calidad de vida de aquellas personas que la padecen -más de 300 millones en todo el mundo-, dado que se caracteriza por la “dificultad para respirar, la tos y la producción de mucosidad”.

Consumo de tabaco y humo de leña

Se trata de una enfermedad producida, principalmente, por el consumo de tabaco y la inhalación de productos tóxicos, como el humo que se desprende en la combustión de leña, por lo que es una patología “que se puede prevenir y es tratable”, explica, aunque “todavía está infradiagnosticada”.

De hecho, “se estima que cerca del 75% de los enfermos que la padecen en España no están diagnosticados” y, además, su incidencia está aumentando en las mujeres.

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