Agentes del Cuerpo Nacional de Policía tuvieron que intervenir el pasado sábado -día 3 de octubre- de madrugada a causa de la fiesta que se estaba celebrando en un bar al principio de la calle Milagrosa, en Lugo, en el barrio donde fue localizado en su momento el epicentro del brote de Covid-19 que afectó a la ciudad y que incluso fue objeto de especiales restricciones durante varias semanas.

Según ha informado la propia Policía Nacional, los agentes que se desplazaron al lugar, tras las quejas recibidas en la Comisaría Provincial, se encontraron en el interior del establecimiento a unas noventa personas, un número que excedía el aforo permitido en ese local, cuyo propietario fue denunciado por esa circunstancia, así como por permitir el consumo de bebidas en la barra.

Además, otras veintitrés personas fueron denunciadas por no hacer uso de la obligatoria mascarilla.

También se abrió expediente a uno de los clientes por su situación irregular en España y fue denunciado otro de los usuarios del local por desobediencia a agentes de la autoridad.