Se ha hecho público el informe de infracciones del Ministerio del Interior, que desglosa los delitos registrados en 2019 por ayuntamiento. En Santiago de Compostela hemos conocido algunos datos que preocupan a simple vista: a la luz de los datos, se detecta un aumento de las violaciones. Este tipo de delitos se han triplicado en relación a 2018: el año pasado se registraron 12 agresiones sexuales con penetración, frente a las 4 contabilizadas en 2018, es decir se disparan hasta un 200%. No obstante, hay más delitos que se han incrementado. En este sentido, destaca el número de ílictos que tienen que ver con la libertad sexual: Pasan de 19 registrados en 2018 a los 30 del año pasado.

OTROS DELITOS

Según los datos del informe público, también hemos sabido que los hurtos en la ciudad de Santiago rondaron los 1.500 contabilizados, cifra ligeramente inferior al año pasado, pero destacan, por ejemplo, otros delitos que generan gran alarma social: los robos con fuerza en viviendas, que ascendieron a 126. Esta cifra supone un 12,5% más que el año anterior. Según indican las propias autoridades, la mayor parte de estos delitos son perpetrados por bandas itinerantes, que después del golpe, se van sin dejar rastro. Además, se registraron dos intentos de homicidio o asesinato en Santiago. También suben las sustracciones de vehículos.

En cuanto a lo positivo de estos registros, no ha habido secuestros en la ciudad y han bajado los delitos que tienen que ver con el tráfico de drogas. Un descenso muy significativo, del 76%.

A nivel global, las infracciones penales totales también bajaron muy ligeramente: de 4.096 a 4.074, es un descenso de medio punto porcentual.

DÉFICIT DE POLICÍAS EN SANTIAGO DE COMPOSTELA

El PP ha denunciado el déficit de policías en la ciudad de Santiago. Los populares compostelanos cifran ese déficit en la plantilla del cuerpo de la Policía Local en un 30%, lo que en números se traduce en 53 agentes que harían falta en Santiago, según la ratio de población.

Para el grupo municipal popular el problema solo puede ir a peor, dada la presión turística que se registrará en la capital gallega durante el Año Santo de 2021.