El Camino de Santiago empieza a reactivarse poco a poco con la desescalada del coronavirus. Empiezan a verse peregrinos (ayer sellaron su Compostela 179) , todos con cientos de historias que contar de lo que han vivido en la ruta.

En la plaza del Obradoiro nos encontramos este jueves a Luisa, una chica de Valença do Minho, en Portugal, que por primera vez se puso la mochila al hombro y recorrió el camino portugués.

No fue fácil, explica, "tuvimos lluvia, y días de mucho calor, más de 30 grados..." , pero de todos modos lo más difícil lo vivió a 7 kilómetros de Santiago. "Estaba jugando con un pony y me rompí un brazo".

Al hospital con un brazo roto

Tras la fractura en el brazo Luisa tuvo que hacer un alto en la ruta y acudir al hospital, pero eso no fue impedimento para llegar a Compostela. Cuando le dieron el alta médica se volvió al lugar del accidente para terminar el Camino.

No pudo ir al lugar exacto, pero sí a uno cercano.

¿Cómo ha sido la experiencia? Luisa se emociona al contestar. "El camino de Santiago es como la vida, aprendí que nuestra vida no es recta, subes, caes..."

"El camino de Santiago representa nuestra vida", afirma mientras contempla la fachada del Obradoiro.

A pocos metros de donde Luisa nos atiende emocionada se celebra el Congreso Xacobeo, con la participación del Rey Felipe VI. Organizado por la Academia Xacobea es un pistoletazo de salida para la temporada alta de los Caminos de Santiago, parados durante meses a causa del coronavirus.

Actualmente se han levantado las restricciones de movilidad y tanto españoles como portugueses pueden hacer libremente cualquiera de las rutas a Compostela.

La Xunta espera que el año que viene vengan a Galicia unos 5 millones de visitantes (entre turistas y peregrinos).