Manual de urgencia para incívicos en Santiago
Las denuncias de la audiencia de Cope Santiago a través de nuestro whatsapp ciudadano dejan en evidencia conductas tristemente normalizadas, pero que son sancionables

Los vecinos han denunciado en reiteradas ocasiones acumulación de residuos en el la zona de Brañas de Sar
Madrid - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Día sí, día también, la audiencia de Cope Santiago, a través del 650 54 53 51, nuestro whatsapp ciudadano, nos pone sobre la pista de situaciones que difícilmente encajan en la imagen de una ciudad, Compostela, capital de Galicia.
Las denuncias sobre en funcionamiento más que mejorable del servicio de limpieza han sido una constante desde hace meses, tanto desde el rural como en el casco urbano. No se han librado de la basura fuera de su sitio incluso zonas verdes, como Brañas de Sar. Un espacio en el que se intervino para hacerlo más atractivo al tránsito peatonal y que, como se aprecia en la foto que encabeza esta información, hay desaprensivos que toman como ¿salón de casa o vertedero particular? La "imagen cutre" en palabras del oyente que traslada la denuncia, no es nueva desgraciadamente en el lugar: ya a finales de verano se registraban "escenas" semejantes.
SANCIONABLE CON HASTA 1.500 EUROS
Dice la Ordenanza de Convivencia que tanto las personas físicas como jurídicas estamos obligadas a observar una conducta encaminada a prevenir la suciedad: sofás y demás muebles desvencijados en una zona como las Brañas de Sar es una falta grave, al tratarse de abandono de voluminosos que cuenta con un servicio especial de recogida, gratuita pero con aviso previo y con límite de cuatro unidades de cada vez. Las multas pueden oscilar entre los 751 a 1.500 euros. De no ser basura voluminosa, un vertido en las márgenes de un río se considera infracción leve, para las que la sanción es de hasta 750 euros.
REGAR LOS BALCONES FUERA DE HORA, TAMBIÉN SANCIONABLE
En ese apartado, el que merece en principio menor multa, están otras conductas que a lo mejor hay quien mantiene sin caer en la cuenta de que están prohibidas expresamente en la ordenanza municipal de Convivencia: no se puede sacudir sobre la vía pública desde balcones, ventanas ni terrazas, alfombras ni ningún otro objeto. Tampoco, lavar el coche ni hacerle reparaciones, salvo que se trate de una emergencia.
Advertir que se nos secan las plantas puede ser un drama… pero ojo: está prohibido regar las macetas en ventanas, balcones o terrazas, salvo entre la medianoche y las 7.00 de la mañana, y siempre que se adopten las medidas necesarias para no producir perjuicios a los vecinos y en general, a cualquier bien privado o público. Lo de que no se puede escupir en la calle ni aliviar necesidades fisiológicas, también hay quien lo olvida, pero igualmente son conductas expresamente prohibidas en la ordenanza municipal.

Son sancionables al mismo nivel que ensuciar la calle por tenencia de animales, que las conductas vandálicas en el uso de mobiliario urbano o que tirar "cualquier tipo de desperdicios desde un vehículo parado o en marcha". Esa colilla dejada al despiste desde la ventanilla del coche puede suponer una multa de hasta 750 euros: para pensarse dos veces el gesto.
RUIDOS, CAPÍTULO (Y ORDENANZA) APARTE
Los problemas que generan los ruidos en la convivencia son otra constante en las quejas que nos traslada la audiencia de Cope: especialmente, los de la movida nocturna en un arranque de curso que además se hizo larguísimo este año, sobre todo para los vecinos de zonas como Alfredo Brañas, República Arxentina o Curros Enríquez. En ocasiones, el ruido va acompañado por más conductas incívicas, algunas detalladas antes y como señalábamos, también sancionables.
La ordenanza de ruidos en Santiago fija los límites dependiendo de cada zona: no es lo mismo donde hay hospitales y centros educativos, que viviendas o un área industrial, o si el ruido se genera de día o durante la noche. Las sanciones leves arrancan en los 60 euros y pueden alcanzar los 1.500. Las muy graves: desde 9.000 a 60.000. Personal municipal, debidamente identificado, "podrá llevar a cabo visita de inspección para comprobar el cumplimiento de las determinaciones" de esta norma. Los que se quejan, claro, raras veces han visto aparecer a nadie con medidor en los momentos críticos.
Según datos del Concello, durante 2021 se iniciaron 717 expedientes por ruidos solo a partir de denuncias en viviendas.
Capítulo aparte, el auténtico calvario que sufren los residentes del barrio compostelano de Vite, que han denunciado ya en casi una veintena de ocasiones a un vecino que les hace la vida imposible con gritos y música a todo volumen a cualquier hora del día o la noche, además de amenazarlos o incluso, agredir a alguno de ellos. El caso está siendo investigado por la Fiscalía.



