La Federación Provincial de Comercio de A Coruña calcula que hasta un 30 y 40% del pequeño comercio del área coruñesa no superará el cierre impuesto por el estado de alarma. Son las estimaciones de su presidente, Miguel Agromayor, que califica la situación de “desesperada”.

“Es complicado, muy complicado. Pienso que el 30 y el 40% ya no va a abrir”, ha declarado Agromayor a COPE Coruña. “Hay comercios que les pudo coger con una situación económica normal, plana… pero ahora están debiendo dinero por todos lados”, resalta.

Agromayor aboga por que los negocios abran “lo antes posible”.“Si están abriendo estancos, farmacias, ¿qué posibilidad hay de que habla una mercería o una perfumería? Lo que tiene que salir cuanto antes es las condiciones de seguridad e higiene en las que lo van a hacer”, opina.

PROBADORES “EN CUARENTENA”

Cuanto antes quiere abrir Ana, que tiene una tienda de ropa, Lovely Rita, en la avenida de Gran Canaria. Se ha acogido a las ayudas por cese de actividad y de momento desconocen cuándo podrán reabrir las puertas.

Cuando lo hagan, ya están pensando que tendrán que hacerlo con descuentos porque tienen los almacenes llenos. “A principios de marzo empezamos a recibir todo lo de temporada primavera/verano”, explica, por lo que “cuando abramos posiblemente tendremos que estar en rebajas para sacarnos todo lo de primavera”.

Espera que se clarifique cuanto antes las medidas de higiene que tendrán que cumplir los clientes. Ellas, por si acaso, ya han comprado máquinas de ozono y tienen planes para permitir que la gente se pruebe la ropa con seguridad: “cada prenda que se pruebe una clienta dejarla en un perchero aparte y con nuestras plantas de vapor, que son de más de 60º, desinfectarla”. Después, la prenda se dejaría aparte 24 o 48 horas “como en cuarentena”, explica.

LOS AFOROS DE LOS BARES

Otra cosa es la hostelería con la incertidumbre total de cuándo y, sobre todo, de la limitación de aforos. Eduardo, de las cervecerías O Sampaio, está ya mirando almacenes para retirar mesas o sillas si es necesario y advierte de las repercusiones laborales que podría tener el reducir su capacidad.

Confía en no perder la temporada de verano, la más fuerte para su cadena de locales, sobre todo en lugares con terraza como La Marina. Además, espera que haya claridad en la desescalada y no medidas parciales que luego hubo que cambiar como cuando se implantó la ley antitabaco.