No hay que confiar ni en nuestra sombra. Es lo que se aprende de la historia de un vecino de A Coruña. Un hombre contrató la reforma de su piso en a un albañil que se quedó a vivir ilegalmente dentro. Acabó sin dinero, sin obra y con su vivienda destrozada.

Tres años estuvo el encargado de los trabajos okupando la vivienda, situada en la calle Andrés Antelo de Monte Alto, en el entorno de la Calle de la Torre. El propietario del piso lo contrató a finales de 2021 y le pagó por adelantado 6000 euros para materiales. Ya había trabajado con él en otras ocasiones y no tenía ninguna razón para sospechar.

“Llama a un albañil de su confianza, que es autónomo, y llegan a un acuerdo para la reforma de un inmueble. Le entrega una cantidad a cuenta para empezar las obras. Empieza la supuesta obra y a la semana mi cliente pero le cuelga el teléfono”, cuenta Francisco Fernández, responsable de la empresa Desocupa 24 horas.

Ni reforma...ni piso

Sin embargo, unos días después, se encontró con la sorpresa. Fue al piso, intentó entrar y la llave no funcionaba: en vez de la reforma, el operario había cambiado la cerradura y se había asentado en su casa con su pareja. De hecho, fue la mujer quien le abrió y le dijo que su novio “estaba trabajando y que ella vivía ahí, bueno, que estaban ahí viviendo”.

Lo instó a contactar con él para pedir explicaciones y, según el relato de Fernández, el albañil aseguró que “estaba allí viviendo, que lo sentía, que no podía hacer nada y que cualquier cosa que derivara a la vía judicial”. De este modo, el hombre se quedó sin dinero y sin piso. En una de las visitas, el hombre llegó a mostrarle “un cuchillo a través de la puerta”, asegura.

Recupera el piso en un estado lamentable

Desesperado, acabó por contratar a la empresa de desokupación que desalojó la vivienda la semana pasada. Dentro estaba el supuesto albañil, su novia, un perro e incluso otro joven al que alquilaba una habitación del piso okupado ilegalmente, “un toxicómano”. El propietario recuperó su vivienda, pero en un estado lamentable. Estaba lleno de enseres y basuras y de la reforma no había ni rastro. “Las imágenes lo dicen todo”, mantiene el responsable de la empresa.

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Ahora, reclamará los desperfectos por vía judicial, la misma que abrió en su momento para intentar expulsar a los intrusos. “El proceso judicial ahora tendrá que cambiar los términos porque ya tiene la vivienda, habrá que reclamarle los daños y lo que se le pueda reclamar”, asevera Fernández.

Según la empresa Desocupa 24 horas, Monte Alto es uno de los barrios de A Coruña en los que más actúan. Otros dos puntos calientes de intrusiones, aseguran, son Os Mallos y el Orzán.