El almacenamiento a gran escala llega a Extremadura: así son las baterías que evitarán apagones

La Junta de Extremadura ha celebrado la millonaria inversión de Iberdrola en la región para instalar grandes baterías en las plantas fotovoltaicas de Alcántara y Cedillo. El objetivo es dar estabilidad al sistema eléctrico nacional y evitar el riesgo de apagones. Para comprender el alcance de esta tecnología, Jaime Salazar, director de Desarrollo de Negocios de Exera Energía, detalla las claves de un sistema que ya es una realidad.

Una tecnología ya consolidada

Frente a la idea extendida de que la energía renovable no se puede guardar, Salazar confirma que almacenar la energía que genera una planta fotovoltaica ya es posible a gran escala. Según el experto, actualmente hay una "grandísima cantidad de proyectos" que permiten acumular el excedente de energía que hasta ahora se desaprovechaba. De hecho, Extremadura recibirá más de 360 megavatios hora de almacenamiento en los próximos meses gracias a los fondos FEDER.

Este avance se debe en gran parte a que el coste de las baterías "ha bajado de forma muy importante en los últimos años", un desarrollo en el que países como China han sido pioneros. Gracias a este abaratamiento, la tecnología se está consolidando y, según Salazar, "prácticamente en los próximos años se va a poder hacer unas acumulaciones extensas y a un precio muy, muy competitivo".

Protección y estabilidad para la red

Una de las funciones principales de estas baterías es estabilizar la red, un requisito que, según Salazar, ya pide el propio gestor eléctrico. En caso de apagón, son capaces de mantener las condiciones eléctricas estables, evitando así un fallo generalizado. "Cuando se genera electricidad no solamente es simplemente generar un electrón que va hacia un sitio, sino tienes que generar la electricidad con unas condiciones que sean adecuadas para el consumo general", explica el director de Desarrollo de Negocios de Exera Energía.

Va a ser un elemento esencial para la estabilización y la optimización de la red eléctrica a nivel nacional"

Jaime Salazar

Director de  Desarrollo de Negocios de Exera Energía

A diferencia de las centrales nucleares, que usan la inercia de la turbina para dar estabilidad, las baterías lo hacen a través de sistemas de electrónica de potencia que simulan la onda de forma artificial. Esta capacidad es clave para gestionar la variabilidad de las renovables. Por ello, Salazar es contundente al afirmar que "va a ser un elemento esencial para la estabilización y la optimización de la red eléctrica a nivel nacional".

Instalación quirúrgica y un nuevo modelo

La estrategia no consiste en instalar baterías de forma masiva, sino en hacerlo "de forma más quirúrgica" en los nudos y subestaciones que más problemas presentan. El suroeste de España, con una alta concentración de generación fotovoltaica, es un punto clave. El objetivo es doble: proteger esos nudos para que no se desperdicie energía y, a la vez, evitar que una parada en una planta arrastre al resto del sistema.

Este enfoque combina la protección del sistema con la rentabilidad económica. Las baterías permiten viabilizar esta rentabilidad "aprovechando el exceso de generación que no podría transmitirse en un momento determinado, lo acumulan y lo venden por la noche", detalla Salazar. De este modo, se puede consumir energía solar en las horas sin sol, haciendo posible que "podamos seguir viviendo y trabajando con energía 100 por 100 renovable" durante la noche.

¿QUÉ FUTURO TIENE EL HIDRÓGENO VERDE?

El experto también apunta al futuro del hidrógeno verde. Aunque su producción es actualmente cara y poco eficiente, es "bien necesario" para descarbonizar sectores como la industria química. Salazar considera que, más allá de transportarlo por hidroductos, una opción interesante para España es usarlo para generar hidrocarburos sintéticos y otros productos finalizados localmente, para luego exportarlos a otros países.