Un Museo particular

El Museo de la Catedral de Badajoz, en la configuración actual, inició su andadura en 1992 y en 2003 amplió el espacio. En 2016 cerró las puertas para mejorar sus condiciones y en 2017 se inició la obra de remodelación, con el deseo de presentar, del mejor modo posible, el rico patrimonio de esta institución presente en Badajoz desde hace casi ocho siglos.

El proyecto ha incluido la elaboración de un nuevo planteamiento museológico y, a partir de ahí, el diseño de una adecuada presentación museográfica. Considerando las orientaciones de la museología actual, se ha tenido muy presente que el valor de un museo no reside solo en su patrimonio, sino en su capacidad de comunicar y emocionar. En esta línea y siguiendo las orientaciones de la Iglesia para este tipo de instituciones, el Museo de la Catedral desea ser como el álbum de familia que muestra a todos la vida de la comunidad creyente y de la ciudad, a lo largo de su historia.

Desde aquí hemos puesto las bases para consolidar en Badajoz un Museo eclesiástico novedoso, conectado con la ciudad y con la diócesis, abierto, accesible a todos, inclusivo y evangelizador.

Un Museo eclesiástico novedoso. La musealización que se ha realizado en la Catedral de Badajoz se aborda desde planteamientos novedosos, tanto en formatos como en contenidos. En la concepción tradicional de este tipo de edificios los objetos de las distintas colecciones se contemplan como una catalogación de obras artísticas acopiadas a lo largo de los siglos, valoradas solo desde punto de vista artístico. En nuestro caso la colección y el edificio son un todo conjunto, una única unidad de significación, que se analiza desde puntos de vista muy diversos: artístico, histórico, antropológico, sociológico… con un ángulo de visión centrado en el entorno. La Catedral así se abre a la sociedad y a sus gentes con el objetivo de que puedan entender y apreciar lo que esta ingente obra ha significado y significa, rescatando del pasado acontecimientos y personas dignas de ser recordadas. Aunque algunas catedrales españolas han dado pasos en este sentido, un planteamiento integral es una novedad y una innovación en los criterios de musealización de espacios religiosos dentro y fuera de Extremadura.

Un Museo conectado con la ciudad y con la diócesis. El museo de Catedral de Badajoz aportará a la museología pacense y, por extensión, a la extremeña el relatar la vida y evolución de la ciudad, a través de la realidad y evolución de la historia de la Catedral y su colección de obras de arte. Desde sus salas y actividades se hacen guiños a otros elementos patrimoniales de la ciudad, convirtiéndose, de este modo, en visita importante para el conocimiento y la comprensión de la historia y el arte pacense. Por otra parte, dada la importancia y calidad del patrimonio eclesiástico de la diócesis de Badajoz, se podrá incentivar desde aquí las visitas a otras iglesias de la ciudad y de la provincia, gracias a una sala específica destinada al programa “Pieza invitada”. En ella se expondrán obras significativas del patrimonio de cualquier lugar de la diócesis o de la provincia. De este modo nuestro Museo se transforma en una puerta abierta al amplio y magnífico patrimonio eclesiástico y civil del conjunto de la provincia de Badajoz.

Un Museo abierto. El Museo de la Catedral de Badajoz nace con la vocación de abrirse a toda la sociedad. Los programas tendrán presente al conjunto de la población de edad escolar o estudiantil, definiendo ofertas para que los escolares puedan visitar el Museo y trabajar, a partir de él, contenidos propios de los planes de estudio correspondientes a diversas asignaturas, gracias a la versatilidad de recursos con que cuenta nuestro patrimonio. Otro conjunto de población al que se pretende llegar con programas específicos es a los locales (familias, jubilados,…). No podemos olvidar al turista, puesto que Badajoz va en aumento de visitantes siendo en los últimos años la tercera ciudad más visitada de Extremadura. Para que su contenido llegue a todos se transmite en español, inglés y portugués, y se ha cuidado mucho la imagen gráfica. Así mismo fomentará el voluntariado cultural e intensificará su presencia en redes sociales.

Un Museo accesible e inclusivo. Caminamos hacia un Museo que elimina las barreras físicas, sensoriales e intelectuales para garantizar una óptima accesibilidad, tanto a sus instalaciones como a sus contenidos. Esta cuestión ha requerido la instalación de rampas, salvaescaleras y una plataforma elevadora. Dado que también buscamos hacer accesibles los contenidos, se irán incluyendo en el proyecto recursos adecuados para personas con discapacidad auditiva, visual o intelectual. El deseo de favorecer la cohesión social y combatir la exclusión, la discriminación y la desigualdad también son objetivos que perseguirá el Museo. De este modo, nos empeñaremos, a través de proyectos concretos, para que se convierta en un lugar en el que convivan, dialoguen, aprendan, crean, etc. personas de diversas características culturales y sociales.

Un Museo evangelizador. El Museo de la Catedral está llamado a ser un lugar de conocimiento, disfrute, catequesis y espiritualidad, gracias a las obras y los espacios que dan un rostro concreto y positivo a la memoria histórica del cristianismo, haciendo visible la acción pastoral de la Iglesia pacense en esta ciudad. Los visitantes cristianos tendrán la posibilidad de profundizar en los elementos fundamentales de su fe. Y los no creyentes podrán intuir cuánta importancia ha dado la comunidad cristiana al anuncio de la fe, al culto divino, a las obras de caridad y a una cultura de inspiración cristiana.

Espacio, nuevas tecnologías y recursos

El Museo contaba hasta ahora con una superficie de exposición en salas de 571 m2, a partir de su remodelación se incrementan hasta los 790 m2. Otras zonas en las que se ha intervenido han sido baños adaptados, despacho, sala de depósito, zona de restauración y salida-tienda.

La exposición se ha articulado en 12 salas con temáticas diversas y en ellas se presentan más de 150 piezas que han sido seleccionadas por su valor artístico, histórico o significativo. Aparecerán pinturas, esculturas, orfebrería, textiles,… pero también documentos, libros y otras piezas singulares. Más de 30 elementos explicativos en estas salas pretenden que el mensaje de las obras llegue a todos los visitantes.

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De las nuevas tecnologías previstas en el proyecto se han introducido ahora tres vídeos en momentos especiales del recorrido y audioguía explicativa de todo el Museo y la Catedral. En los próximos meses se irán añadiendo otros elementos como pantallas interactivas en cada una de las salas.

Todo el proyecto ha podido ser realizado gracias a la colaboración de instituciones públicas y privadas con la Archidiócesis y la Catedral. En concreto Junta de Extremadura, Ayuntamiento de Badajoz, Diputación de Badajoz, Banco Santander, Obra social “la Caixa” y Fundación CB-Ibercaja.

El discurso y algunas piezas esenciales de la exposición

Sala 1, área de acogida. A través de paneles gráficos y de un breve montaje audiovisual, se busca dar respuesta a preguntas como ¿es esto una catedral? ¿qué es una catedral? ¿por qué se llama así? ¿cuál es su función?...

Sala 2, “La construcción y los habitantes de la Catedral”. Se presenta el proceso constructivo de la Catedral actual que se prolongó durante 300 años –XV-XVII-. Un breve pero sugerente audiovisual ayudará a entender ese proceso. Las piezas expuestas en este ámbito son de lo más variado y van desde un pergamino de Alfonso X hasta réplicas de algunos “documentos” de piedra que el visitante podrá descubrir in situ cuando acceda al templo y que son testigo de la historia de la construcción, además de las pinturas y piezas de orfebrería más antiguas que conserva la Catedral. Singular en esta sala es la figura del obispo Juan Marín de Rodezno (+1706), gran mecenas de la Catedral y de la ciudad. Un segundo bloque habla de las personas que dieron vida a este edificio, de forma especial los canónigos y del órgano responsable de toda la institución: el cabildo. Entre las piezas que se exponen encontramos una caja fuerte del XVI en la que se conservaban el dinero y los documentos más importantes. Juan Solano de Figueroa (1610-1684), excelente documentalista, fue uno de los muchos canónigos que han dejado huella, particularmente por su Historia Eclesiástica de la Çiudad y Obispado de Badajoz, obra que se expone y que pertenece a la Biblioteca del Seminario.

Sala 3, “La Catedral comprometida con la sociedad”. La Catedral, como expresión de la Iglesia local, ha tenido una enorme repercusión en la ciudad a lo largo de toda su historia y en esta sala se pueden descubrir cuatro dimensiones de ella: la actividad educadora, la actividad musical, la atención a los necesitados y la promoción de las fiestas. La Catedral fue el germen de la primera enseñanza en Badajoz, de las escuelas de “secundaria” y la raíz del primer centro universitario de Extremadura, el Seminario conciliar de San Atón. Piezas tan destacadas como la Gramática de Nebrija o la Real Cédula de Carlos IV (1793) por la que aprobó el carácter universitario del Seminario, pueden admirarse en la sala, ambas de la Biblioteca de aquella institución. La música también fue ocasión para educar a muchos niños y jóvenes de Badajoz que formaban parte de la Capilla musical dirigida por maestros tan insignes como Juan Vázquez. Se exponen en la sala algunos de los libros de canto gregoriano más antiguos de la Catedral (h. 1499), llamados De Fonseca, y desde aquí se invita a descubrir el “Coro” como espacio particular de la Catedral y su riqueza musical. A continuación, pinturas alegóricas a la caridad, evocadoras del Hospital Provincial y de la figura del obispo Pérez Minayo (1755-1779) hablan del ejercicio de la caridad realizado por la Catedral de Badajoz que atendió especialmente a los niños expósitos y consiguió que Fernando VI (1757) constituyera la Real Casa Hospicio de Badajoz. El edificio actualmente conocido como “Hospital Provincial” acogió esta obra gracias al esfuerzo del obispo Minayo. La sala concluye mostrando la Custodia procesional del Corpus, magistral obra de orfebrería, que invita a contemplar tanto la riqueza del mensaje iconográfico que trasmite y cuyo centro es la Eucaristía, como lo que significó para la ciudad la fiesta del Corpus Christi en los siglos XVII y XVIII, al contextualizarse en una recreación de la plaza de la Catedral durante aquellos días.

Sala 4, “La esencia de la Catedral, liturgia y rito”. Se trata de un ámbito en el que, a través de piezas del ajuar litúrgico, se presenta al visitante la liturgia cristiana como el “lugar” más destacado para el encuentro con Dios. Las obras has sido elegidas y su ubicación diseñada para narrar fundamentalmente la Eucaristía, como la “historia del encuentro” de los cristianos con Cristo en el marco de una comida. Esta parte central viene precedida por una referencia al año litúrgico y sus tiempos, que se explican desde el color de las vestiduras sagradas, y se continúa, a partir de ánforas de óleos santos, con una mención a otros sacramentos que requieren un aceite bendecido o consagrado por el obispo en la Catedral.

Sala 5, “El nacimiento de la diócesis pacense”. Los restos arqueológicos de un alfar islámico y dos magníficas veneras visigodas, completados con paneles explicativos, permiten hablar del origen islámico de la ciudad a pesar de los restos de otras culturas y del origen de la diócesis y su primera catedral situada en la alcazaba, Santa María del Castillo. También se evoca el origen de la Archidiócesis a través de la bula de erección de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz por san Juan Pablo II. La figura del obispo y arzobispo y su papel en la Iglesia serán descubiertos a partir de los símbolos que les caracterizan pues todos ellos, desde el anillo al palio, se exponen en la sala.

Sala 6, “La fe en la historia”. Una amplia selección de pinturas, en su origen para la devoción pública o privada, de diversas épocas, así como un conjunto de esculturas de marfil se distribuyen en dos bloques, para mostrar tanto la vida de Jesús como algunos de sus más destacados seguidores. Las piezas no se han situado por épocas, ni por escuelas, sino por el contenido de lo que representan. En este bloque destacan dos magníficos marfiles filipinos del siglo XVII con las figuras de San Juan Bautista y San Miguel Arcángel. Del conjunto de los seguidores de Jesús, un santo es singular para nosotros, San Juan de Ribera que fue obispo de la diócesis entre 1562 y 1568. Lo recordamos con su reliquia en un puesto especial en esta sala.

Sala 7, “Morales y El Greco”. Un espacio muy especial en el que dialogan estos dos genios de la pintura del siglo XVI. Luis de Morales siempre ha tenido un puesto destacado en la colección del Museo al contar con cinco de sus obras. Ahora podemos contemplar estas piezas en un espacio exclusivo y además exponemos junto a ellas una obra del Greco cedida recientemente al Museo. Deseamos que el visitante disfrute y entienda un poco más el estilo de Morales y lo ponga en relación con la pintura de El Greco, especialmente en lo relativo a obras para uso privado.

Salas 8 y 9, “María en la iconografía cristiana”. Obras de temática mariana seleccionadas para acercarse a la figura de María y entender cómo la comunidad cristiana la ha considerado y en consecuencia cómo la ha representado el arte. María es la “mujer fuerte” anunciada en el Antiguo Testamento, María es la madre unida a Jesús en los momentos más singulares de su vida, María es la mujer “Inmaculada”, María es la “Madre de Dios”. Entre las piezas que se exponen destacan la Inmaculada de Palomino (1717) y el bajorrelieve florentino de Desiderio de Settignano Madonna con el Niño (h. 1460).

Sala 10, la Sala Capitular. Manteniendo su función, pasa a ser enriquecida con el conjunto de tapices belgas del XVI, adquiridos para ella a mediados del XVIII. Sus motivos mitológicos nos hablan del humanismo clásico o cristiano en el que elementos greco-romanos ayudaron a expresar valores y virtudes propios del cristianismo. La serie completa que forman los siete tapices expuestos, bajo el título La Fidelidad de Penélope, ilustran la historia de la esposa fiel del héroe griego Odiseo (Ulises) que en la Antigüedad sirvió de modelo de la mujer virtuosa, fiel y prudente.

Sala 11, Aula Dómine Galindo. Espacio en el que se evoca la escuela que tuvo esta institución en los siglos XVI y XVII. Incluye una colección de más de 400 libros el fondo antiguo de la Catedral. En esta sala, que está pensada para uso didáctico, puede contemplarse un vídeo síntesis de la visita.

Sala 12, La pieza invitada. Lugar en el que irán siendo expuestas piezas de nuestro rico patrimonio cultural que no pertenecen a la Catedral.

Visitas y horarios

A partir del día 2 de enero, el Museo estará abierto de martes a sábado, ambos inclusive, de 10,30 a 13,30 y de 17,00 a 19,00h. Además se realizarán actividades especiales de las que se dará oportuna información.

Hasta entonces abrirá sus puertas para visitas guiadas y gratuitas, previa comunicación de los interesados al correo museodelacatedral@archimeridabadajoz.org el día 23 (10,30h y 12,30h) y los días 26, 27 y 30 (10,30h, 12,30h y 17,30h).