La aprobación de la Estrategia Valenciana Integral de Prevención y Tratamiento del Juego Patológico prevista para la reunión del Pleno del Consell de esta mañana llevaba más de dos años pendiente, ya que la Ley de Regulación del Juego y de Prevención de la Ludopatía en la Comunitat Valenciana establecía un plazo máximo de doce meses para su aprobación.

Tiene como finalidad proteger a los menores y a aquellas personas que lo necesiten por motivos de salud frente a posibles efectos nocivos de la actividad del juego.

Lo más llamativo de la iniciativa es que desmonta la crítica que viene repitiendo la oposición hasta la saciedad de que se van a permitir salas de juego junto a colegios y centros educativos. En relidad se dan garantías a aquellos salones que ya se encuentran a menos de 850 m de los colegios porque se establecieron antes de la entrada en vigor de la ley. Éstos y solo éstos podrán renovar sus licencias. Pero ni una más. Bajo ningún caso, se otorgará una nueva licencia para abrir otro salón de juego a menos de 850 m de un colegio o de un instituto.

La elaboración de esta Estrategia Valenciana Integral de Prevención y Tratamiento del Juego Patológico forma parte de una política iniciada por la Generalitat con la Ley 1/2020 de regulación del juego y de prevención de la ludopatía en la Comunitat Valenciana.

Una segunda cuestión que llama la atención y que los grupos de la oposición silencian es que al no haberse aprobado en su dia esta estrategia, no se ha podido destinar a programas específicos de prevención el dinero recaudado por las sanciones en materia de juego durante estos tres años y medio, tal como exige la Ley del Juego, porque esos programas se concretan precisamente en los planes de acción de la Estrategia que hoy obtiene luz verde.