El Valencia CF comparte mesa y mantel para cerrar la temporada... sin Carlos Corberán

En la tarde de hoy se ha celebrado en un conocido restaurante de Bétera (La Romana) la comida de cierre de temporada del Valencia CF. Un encuentro en torno a una mesa y un mantel en la que ha estado presente la plantilla, el cuerpo técnico y el staff. Médicos, fisios, utilleros... Pero no ha estado Carlos Corberán. El técnico che, como hemos venido contando en COPE desde su llegada en diciembre, siempre ha mostrado un perfil distante con los jugadores y hoy ha querido seguir manteniendo esas distancias. Trabajo y más trabajo con el foco puesto en el último partido de la temporada en el Villamarín. Tampoco han estado Max Aarons ni Sergi Canós. Este último tras operado ayer en Madrid.. 

La comida, que hemos contado en directo en Deportes COPE Valencia, ha empezado a las 15.00h y se ha prolongado durante cerca de dos horas. Tres mesas: jugadores, cuerpo técnico y el resto del staff. En la línea de los últimos días desde el partido del domingo en Mestalla, el encuentro ha servido para despedir de manera más informal a aquellos jugadores que no van a continuar la próxima temporada. Por ejemplo, Mamardashvili, al que se le ha vitoreado en la comida al grito de 'Giorgi, Giorgi'. Una comida en la que algunos jugadores han tomado la palabra para despedirse con cariño de los que han sido sus compañeros todo este tiempo. Entre ellos los que saben que no continuarán el próximo curso. El meta georgiano, Jaume Doménech, Rafa Mir, Iván Jaime, Barrenechea y Sadiq acaban su vinculación con el Valencia CF el 30 de junio. También Foulquier, cuyo caso está todavía en el aire, aunque parece enquistado. 

Una de las imágenes que resumen la comida se ha visto en el parking. Enzo Barrenechea y Mamardashvili han intercambiado sus camisetas antes de que el argentino abandonase el restaurante. Curiosamente el mismo lugar donde Baraja juntó a jugadores y cuerpo técnico tras el caso Rafa Mir para cerrar filas de puertas para adentro. El equipo ha tenido que sufrir mucho desde entonces, pero ha conseguido la obligada salvación que tan imposible parecía en invierno.