VALENCIA CF
Los líos médicos en el Valencia CF
La dimisión del Dr. Pascual Casañ, cierra el círculo de un sinfín de despropósitos en la parcela médica esta temporada. López Mateu asume, de nuevo, el control del primer equipo.

El doctor Casañ llegó al club con Marcelino
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En un club de fútbol se debería hablar de la pelota. Sobre todo, de la pelota. En el Valencia CF es complicado hacerlo. Un día es un pito, el otro una flauta. Los protagonistas deberían ser los futbolistas y el balón. En el Valencia hay temporadas que se habla más de acciones que de goles. Y sobre todo, de líos. El caso del departamento médico del club es capítulo aparte. Con material suficiente para escribir un libro, seguramente de ficción, pero en el Valencia, lamentablemente, la realidad supera muchas veces la ficción
.Desde los tiempos del Doctor Jorge Candel, el galeno de la etapa gloriosa del Valencia campeón, la jefatura de la parcela médica ha vivido en una inestabilidad permanente. Pero lo de esta temporada ha sido casi insuperable.
Con el despido de Marcelino, el doctor Pascual Casañ que había llegado de la mano del técnico asturiano desde el Villarreal, siguió en el club. En gran parte por la fuerza que hicieron los propios jugadores para evitar un tsunami de despidos tras el cese del técnico y su cuerpo técnico. Los jugadores plantearon un pulso al club que se escenificó en Londres, cuando en la previa del partido ante el Chelsea que inauguraba la fase de grupos de la Champions, ningún jugador acompañó a Celades en la comparecencia de prensa. De aquel “motín”, los futbolistas sacaron el compromiso del club de que no habría más despidos.
Pero era una cuestión de fuerza y no de confianza y la relación estaba destinada al fracaso con el tiempo. Un mes más tarde, el club anunció la contratación del doctor Pedro López Mateu como nuevo responsable de los servicios médicos del club, por recomendación del doctor José Luis Zaragosí, consejero del Valencia CF.

El doctor López Mateu asume, de nuevo, el mando del priimer equipo
A todo esto, no hay que olvidar que el doctor Antonio Maestro, el prestigioso traumatólogo asturiano, seguía trabajando de manera externa con el club desde su Hospital en Gijón. Maestro quería dejar el Valencia tras la salida de Marcelino, su valedor, pero su compromiso con algunos futbolistas a los que había intervenido quirúrgicamente, le obligaba a permanecer.
Así que en el mes de noviembre, el Valencia CF tenía tres médicos. La situación tan rocambolesca iba a tener una vuelta de tuerca más. Dos diagnósticos erróneos con las lesiones de Guedes y Kondogbia, y más tarde con Coquelin, hizo que el vestuario pusiera el grito en el cielo. La cosa venía viciada. Celades bancó a la plantilla y el club, de nuevo para evitar problemas, hizo caso a la petición de los jugadores. Cincuenta días después de la llegada al club, el doctor López Mateu fue relegado del primer equipo. El jefe no tenía mando. El responsable médico estaba vetado en el vestuario. Las cosas del Valencia…
El doctor Maestro acabó su relación con el club, pero seguiría tratando a jugadores en Gijón. El último, la intervención del cruzado de la rodilla de Ezequiel Garay. La parcela médica estaba en manos de los futbolistas que eran quienes elegían por cuestión de confianza quién y dónde querían que les tratara de sus lesiones. No es de extrañar que Guedes se fuera a pasar un tiempo a Portugal para recuperar el píe con el médico de la selección portuguesa. Mientras tanto, Celades ya había aconsejado al suyo. El doctor Ramón Cugat en Barcelona se añadía a la nómina de asesores externos.

EL doctor Maestro operó en Gijón el cruzado de Gijón
En este singular escenario, llegó el COVID-19. El club tuvo que protegerse en los protocolos. El Valencia se vio afectado por el coronavirus que llegó al 35% de la primera plantilla, uno de ellos, el doctor Juan Aliaga. El club fue pionero en la toma de medidas extremas cuando empezaba la pandemia en nuestro país. Fue el primero en suspender los entrenamientos y aislar a los jugadores en sus domicilios. Fue entonces cuando el doctor López Mateu tomó de nuevo el mando único del protocolo a seguir.
Con la vuelta de la competición, el doctor Casañ continuaba en el día a día del primer equipo, pero cada vez tenía menos peso en la toma de decisiones. Su salida era un secreto a voces y hace un par de semanas comunicó al club su dimisión que se hará efectiva en los próximos días.
Casañ sabía que sus días estaban contados en el club. Peter Lim y sus hombres en Valencia han decidido volver a tomar el mando absoluto del club y eso pasa por no dejar rastro de Marcelino en Paterna. Llevan un año lamentando en corrillos íntimos no haberlo hecho en el momento salió el técnico asturiano del club. El primero es el doctor Casañ, pero no será la última salida del personal que trabaja con el primer equipo este verano. Suena duro, pero es tan real como que Anil Murthy tiene ese asunto como prioritario.