El fantasma de cierre obligado a los restaurantes y chiringuitos de playa vuelve a planear.

Esta vez son los de la playa del Saler, pero antes fueron los de Pinedo o los de la Malvarrosa.

En esta ocasión, ha sido un informe negativo del Parque Natural de la Albufera el que ha hecho que la Demarcación de Costas se cuestione la conveniencia de prorrogar la concesión administrativa de estos locales. Por lo visto, fue la propia demarcación de costas la que abrió un periodo de alegaciones, y ahora ese informe negativo ya obra en poder del Ministerio de Transición Ecológica. 

La última palabra la tiene la Generalitat, pero en principio el informe negativo invita a denegar la renovación de la concesión, y eso supondría el cierre de 5 restaurantes contruídos en 1999.

Según el PATIVEL, que es el plan autonómico para la gestión del litoral, en este tipo de playas y parajes protegidos no se permiten instalaciones de caracter fijo, y únicamente se permiten edificaciones con menos de 100 metros de superficie de venta, lo que en estos 5 casos se supera ampliamente. El documento concluye aseverando que el único motivo para conceder la prórroga administartiva de estos locales sería el de favorecer el interés particular de los solicitantes.