El motivo de este método peculiar viene precedido por el sorprendente hecho de que estos animales son capaces de detectar diferentes tipos de cáncer a través de muestras de orina. Por ello, se buscó determinar si éstas tienen una serie de compuestos que pueden ser candidatos a ser utilizados como marcadores de la enfermedad para potenciarlo con las diferentes herramientas científicas -haciendo hincapié en que se usa principalmente en el cáncer de próstata al ser el segundo más común a nivel mundial-.
Además, con este método se intenta evitar pruebas más invasivas, como por ejemplo la biopsia, que se realiza en quirófanos, donde con la extracción del tejido de la próstata se determina si el paciente tiene cáncer o no.
No obstante, cabe destacar que el principal impulsor de que esta asociación sin ánimo de lucro lleve a cabo todo su trabajo de la manera más efectiva posible, independientemente de la experiencia y el rigor, es el factor humano; que nace, desgraciadamente, por la impotencia que genera la pérdida de familiares por una enfermedad que a nivel social es catalogada como una lacra.
Por último, resalta el papel de los perros en esta investigación como partícipes de la misma y no como elementos de investigación. A raíz de la divulgación de este proyecto, otras unidades a nivel nacional han empleado su metodología para detectar, por ejemplo, casos de epilepsia o hipoglicemia. Situaciones que colocan a los canes como una potente herramienta para la ciencia.