Indignación en Calp por el "tarifazo" de la basura: de 82 a 223 euros en el casco urbano
El Ayuntamiento reconoce el malestar vecinal y anuncia un reajuste que afectará también a comercios, bares y hoteles

Denia - Publicado el
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Calp está que arde. Las quejas no han dejado de crecer desde que los vecinos comenzaron a recibir el nuevo recibo de la basura: en el casco urbano ha pasado de 82 a 223 euros. Un incremento que ha disparado la indignación ciudadana y que este lunes ha sido reconocido públicamente por el propio gobierno municipal.
La alcaldesa Ana Sala (Somos Calpe), acompañada por el portavoz del ejecutivo, Ximo Perles (Compromís), ha comparecido para dar explicaciones. “Entendemos el enfado, pese a que lo hemos explicado muchas veces y con muchas cartas a los vecinos”, ha señalado Sala, quien ha recordado que se trata de una subida provisional, impuesta por normativa europea, que exige que “pague quien más contamina” y que el servicio de recogida de residuos no sea deficitario.
Y en Calp, lo era: un agujero de 2,5 millones de euros que el Ayuntamiento ya no puede cubrir sin trasladar parte del coste a las familias.
Para corregir los desequilibrios generados por este cambio, Sala ha anunciado que el consistorio está trabajando en una nueva tasa de basura más justa, que afectará no solo a los hogares, sino también a negocios, bares, hoteles, despachos y naves. “No significa que vayan a pagar más, pero sí que van a contribuir según su actividad real y generación de residuos”, ha matizado.
Uno de los mayores problemas ha sido el modelo de cálculo de la actual tasa, elaborado por SUMA, que se basa en el valor catastral medio y el número de empadronados por vivienda. Esto ha provocado paradojas como que chalets de lujo con pocos residentes paguen menos que viviendas más modestas del casco urbano donde vive mucha más gente.
Perles ha añadido que el modelo actual ha generado “disfunciones”, como el caso de las viviendas turísticas no empadronadas pero habitadas todo el año, cuya carga de residuos no ha sido bien valorada.
El trasfondo es que el nuevo modelo de gestión de residuos es “más verde y sostenible, pero también más caro”. En solo dos años, Calp ha pasado de pagar 700.000 euros a más de 2 millones al consorcio de residuos, lo que ha desbordado el presupuesto municipal.
El equipo de gobierno promete ahora una revisión en profundidad. Mientras tanto, el “tarifazo” sigue encendiendo los ánimos de los vecinos de Calp.