Intentó estafar a todo su edificio tras el apagón... y acabó provocando una tragedia en Alicante
"Te voy a matar": el falso electricista que desató el pánico en un edificio de la ciudad

Un hombre aprovecha el apagón para hacer caja
Alicante - Publicado el
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Todo empezó con un corte de luz. El martes 29 de abril, justo 24 horas después del gran apagón que afectó a España y Portugal, los vecinos de un edificio del barrio de La Florida, en Alicante, volvieron a quedarse a oscuras. Pero esta vez, el corte no fue por causas técnicas: fue intencionado.
Un vecino del inmueble, electricista de profesión y con antecedentes policiales, había manipulado el cuadro eléctrico para provocar el fallo. Lo tenía planeado: minutos después de cortar la luz, volvió a activarla. Entonces comenzó su ronda.
Tocó puerta por puerta y pidió 50 euros a cada vecino. Afirmaba que había arreglado los fusibles, que se habían quemado por el apagón, y que gracias a él habían recuperado el suministro. Cuatro vecinos, temerosos de volver a quedarse sin luz y perder la comida del frigorífico, le pagaron sin preguntar.
Pero algo no cuadraba. Uno de los residentes llamó a Iberdrola para confirmar lo ocurrido. La respuesta fue tajante: no había ninguna incidencia técnica, y aquello olía a estafa. En paralelo, otra vecina bajó al cuadro eléctrico y descubrió al presunto electricista manipulando los contadores. Llamó a su hijo, que bajó al portal a pedir explicaciones.
Lo que siguió fue una discusión tensa. En medio del altercado, el electricista rompió una cristalera de la entrada con las manos. El hijo de la vecina se retiró, subió a casa… pero el agresor no había terminado.
Pensando que el joven vivía en la segunda planta, el electricista subió y comenzó a golpear violentamente la puerta de un piso. No era el del chico. Era el de una mujer mayor, que vivía sola con su perro: un Yorkshire de 16 años.
Lo que ocurrió entonces fue un crescendo de violencia. El hombre aporreaba la puerta con furia y lanzaba amenazas a gritos: "¡Te voy a matar!", repetía una y otra vez. La mujer, paralizada por el miedo, no abrió. Dentro, el perro ladraba sin parar, alterado por los golpes y los gritos.
La situación generó tal nivel de estrés en el animal que este corrió hacia la terraza… y cayó al vacío. Murió en el acto.
Cuando la Policía Nacional llegó, se encontró con una anciana aterrorizada, una puerta destrozada, y el presunto estafador aún en el edificio. Fue detenido inmediatamente por un delito de amenazas, y pasó a disposición judicial.
Ahora, este hombre de 33 años y con antecedentes policiales podría enfrentarse a nuevas acusaciones. Lo que comenzó como una estafa de 50 euros, terminó con la muerte de un animal, daños materiales y el pánico sembrado en todo un edificio.