El Hércules se ha visto favorecido en varios aspectos por la pandemia del coronavirus. Ha evitado un posible descenso a Tercera División, sus accionistas se han ahorrado cerca de medio millón de euros con la aplicación del ERTE y ahora también podrían respirar con una nueva modificación del convenio de acreedores.

Los alicantinos ya agotaron la carencia de dos años en Segunda División B que figuraba en el documento inicial de 2012, también cumplirán en los próximos meses los tres años exentos de pago que acordaron posteriormente con los acreedores en el reconvenio y en este 2020 se enfrentaban al pago de un millón de euros sin posibilidad de más aplazamientos. Sin embargo, el Ejecutivo introdujo el pasado mes algunas modificaciones importantes en el proceso concursal a través de la aprobación del Real Decreto-ley 16/2020, de 28 de abril, por la que se permite un nuevo reconvenio para favorecer a aquellas empresas que no pueden cumplir los pagos debido a la crisis del coronavirus.

El Hércules medita aprovechar este nuevo escenario, que le permitiría modificar la quita y la espera de esos casi nueve millones de euros. No obstante, para sacar adelante este nuevo reconvenio sería imprescindible el visto bueno de los propios acreedores. Esta es una de las dos herencias envenenadas del desastroso paso por Primera División que arrastra el club desde hace una década. El otro lastre lo tiene con Hacienda, a la que debe algo menos de cuatro millones de euros. Las cuentas del Hércules siguen embargadas y con Quique Hernández al frente de la presidencia podrían retomarse las conversaciones con la Agencia Tributaria para conseguir un aplazamiento y levantar ese embargo.