Un urinario portátil al lado del chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero. Es la decoración navideña que han puesto este jueves los agentes de la Guardia Civil que custodian la casa de la pareja en La Navata, en Galapagar. Quieren denunciar el “lamentable estado”, dicen, en el que prestan el servicio.

Aseguran que desde que se asignó la protección a los diputados de Podemos, esta labor la han tenido que hacer de forma "precaria". Son conscientes de que la Comandancia de Tres Cantos ha querido mejorar las condiciones en las que trabajan, parapetados todo el día a la puerta del chalet de La Navata, pero no ha podido ser. 

En este tipo de servicios, afirman, se suele colocar una caseta portátil, cosa a la que se han negado los protegidos. Así lo asegura el secretario general de la zona centro de la Unión de Guardias Civiles, Guillermo Freire: “Venimos a hacer visibles las condiciones en las que se trabaja. Hemos instalado un baño químico para cubrir las necesidades de los guardias que prestan servicio, que no tienen ni dónde hacer sus necesidades. Normalmente en estos casos se ponen unas instalaciones adecuadas dentro de la casa de los protegidos, pero las personas a las que se les está dando protección se han negado; no autorizan a que se instale nada”.

El urinario portátil que han colocado lo costean de sus bolsillos y les sale por 400 euros al mes. Hasta ahora, los Guardias Civiles que custodian el chalet de Iglesias y Montero hacían sus necesidades en el campo.

La dirección general de la Guardia Civil ha asegurado que han pedido permiso al Ayuntamiento de Galapagar para instalar una caseta con calefacción , que el personal de la casa ha ofrecido a los agentes que usen el baño si lo necesitan y que, en todo caso, hay patrullas por la zona que les podrían hacer el relevo si lo necesitan.

La dirección de la Guardia Civil ha afirmado a COPE que los dueños de la propiedad se han puesto en contacto con los agentes y les han dicho que “si tienen cualquier emergencia, pueden entrar al hogar”.