El trágico origen de la expresión 'pasar más hambre que un maestro de escuela' que muy pocos conocen

En el lenguaje coloquial español existen numerosas frases hechas cuyo significado se entiende al instante, pero cuyo origen es desconocido para la mayoría. Una de ellas es, sin duda, la expresión 'pasar más hambre que un maestro de escuela' . El divulgador y autor Alfred López ha arrojado luz sobre la historia detrás de este dicho, que se remonta a una realidad dramática y de extrema necesidad que vivieron los docentes en el pasado.

Una situación de miseria y abandono

Para encontrar el nacimiento de esta expresión hay que viajar a la España de los siglos XIX y principios del XX. En aquella época, los maestros de enseñanza primaria tenían una dependencia económica directa de los presupuestos municipales. Según explica López, estos presupuestos "con frecuencia estaban vacíos o mal gestionados", lo que generaba un problema sistémico que afectaba gravemente al colectivo de docentes.

Esta mala gestión administrativa provocaba retrasos de meses e incluso años en el pago de los sueldos a los maestros. Como consecuencia, muchos docentes se veían condenados a vivir en la pobreza o a depender de la caridad para poder subsistir. La situación era tan límite que la sociedad de la época acuñó esta frase para reflejar un estado de necesidad absoluta, que con el tiempo se popularizó para referirse a cualquiera que atravesara grandes penurias económicas.

De este contexto de precariedad surge también otra costumbre histórica: la de que los alumnos regalaran una manzana al profesor. Tal como detalla Alfred López, esta tradición era en realidad un método de supervivencia para el maestro. "Si en una clase hay 30 niños y cada día un niño lleva una manzana al profesor, ese profesor durante todo el mes tiene para comer una manzana", señala, lo que para las familias suponía un coste mínimo pero para el docente garantizaba un alimento diario.

La reforma que dignificó la profesión

El punto de inflexión llegó en 1901 de la mano del ministro Álvaro Figueroa y Torres, más conocido como el Conde de Romanones. Este político impulsó una reforma clave que cambió para siempre las condiciones laborales de los maestros: su sueldo dejó de depender de los ayuntamientos y pasó a incorporarse a los presupuestos generales del Estado.

una reforma clave que cambió para siempre las condiciones laborales de los maestros "

Esta medida aseguró por fin un pago regular para los docentes, lo que mejoró sustancialmente sus condiciones de vida y dignificó la profesión. El propio López afirma que, tras la reforma, "la cosa cambió radicalmente", poniendo fin a la situación de miseria que había dado origen al popular dicho. Sin embargo, y a pesar de la notable mejora, el recuerdo de aquella época ha permanecido grabado en la memoria colectiva.

Un legado que perdura más de un siglo después

Aunque las circunstancias que la originaron desaparecieron hace más de cien años, la expresión ha sobrevivido al paso del tiempo. Como indica el divulgador, más de un siglo después, esta expresión sigue perdurando". Ya no se utiliza únicamente para hablar de los profesionales de la enseñanza, sino que se ha extendido para describir a cualquier persona que sufre escasez o una situación económica muy complicada.

Más de un siglo después, esta expresión sigue perdurando"

Curiosamente, el dicho pervive en un contexto en el que, si bien no es comparable a la situación de siglos pasados, la profesión docente sigue enfrentándose a sus propios desafíos. Como se apunta desde la propia conversación con López, hoy en día también hay profesores que "lo pasan mal", una señal de que, aunque la historia ha cambiado, la valoración y las condiciones de los maestros siguen siendo un tema relevante en la sociedad actual.