Desde esta semana, ya estamos más cerca del año 2050 que del 2000: "Hemos cruzado un umbral temporal"
Esto significa que ya hay más camino recorrido desde el año 2000 que el que queda hasta 2050

El paso del tiempo
Barcelona - Publicado el
2 min lectura
Ayer jueves 3 de julio de 2025, atravesamos un punto de no retorno...el del tiempo. Puede sonar a ciencia ficción o a una frase de una película de viajes temporales, pero es muy real: desde ahora estamos más cerca, en días y segundos, del año 2050 que del año 2000. Una de esas curiosidades matemáticas que hacen sonreír -y pensar.
El siglo XXI empezó el 1 de enero del año 2000. Si hacemos números, han pasado exactamente 25 años, 6 meses y 2 días hasta la fecha. Pero lo interesante es que, si consideramos el centro exacto entre el 1 de enero de 2000 y el 1 de enero de 2050, éste se encuentra justamente el 3 de julio de 2025 a las 10:00h. En ese instante preciso, nos situamos en la mitad exacta entre esos dos extremos temporales: el pasado que ya huele a nostalgia y el futuro que todavía parece lejano... pero ya no tanto.

Nave Espacial
Una frontera invisible, pero fascinante
Obviamente, el mundo no ha cambiado de repente ni han sonado campanas celestiales para anunciar este evento. Pero el simbolismo está ahí. Nos recuerda que el tiempo pasa, a menudo sin que seamos conscientes de ello. Para muchos, el año 2000 todavía evoca recuerdos recientes: el miedo al “efecto 2000”, los primeros teléfonos móviles con tapa, los discos compactos y el “boom” de internet. Parece que fue ayer. Pero en realidad, estamos tan lejos de ese “ayer” como lo estamos del mañana de 2050.
¿Y qué ocurrirá en el 2050? Aún no lo sabemos. Pero ya no es una fecha de ciencia ficción, sino un horizonte hacia el que vamos a toda velocidad. Es el año en que muchos gobiernos se fijan como objetivo para ser neutros en emisiones, o para alcanzar metas tecnológicas y sociales. El 2050 será el mundo de nuestros hijos o nietos. Y hoy, ya nos encontramos más cerca.

Tecnología del futuro
el cerebro y la percepción del tiempo
Un dato como éste también nos habla de la percepción del tiempo. De pequeños, un verano parecía eterno. Pero a medida que nos hacemos mayores, el tiempo parece acelerarse. Este fenómeno tiene una base neurológica: el cerebro procesa el tiempo en relación a la cantidad de experiencias nuevas, por lo que, cuanto más rutinaria es la vida, más rápido parece pasar el tiempo.
Por eso, noticias como ésta pueden hacernos parar y reflexionar: ¿Qué hemos hecho con estos 25 años? Y, aún más importante, ¿Qué queremos hacer con los próximos 25?
Una buena excusa para mirar hacia delante
Esta “efeméride invisible” no va a cambiar el mundo, pero puede servir como recordatorio amable que el tiempo no espera. Que el futuro no está tan lejos. Que quizás ya toca revisar aquellos objetivos a largo plazo, aquellas promesas que hicimos en el año 2000, o aquellos sueños que todavía tenemos pendientes.
Quizás no podamos volver al pasado —ni hace falta—, pero hoy, en este punto medio del gran viaje entre 2000 y 2050, tenemos una oportunidad perfecta para ajustar el rumbo.