Gonzalo Bernardos sobre la financiación singular catalana: "Montero miente, miente y miente"
El economista ha hablado en Herrera en COPE Catalunya sobre la propuesta de financiación singular

Gonzalo Bernardos sobre la financiación singular catalana: "Montero miente, miente y miente"
Barcelona - Publicado el
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El reciente principio de acuerdo entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña para establecer un modelo de financiación singular ha abierto un intenso debate que amenaza con fracturar la cohesión territorial y política del país.
Este pacto, alcanzado en el marco de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat, busca otorgar a Cataluña una autonomía fiscal similar al concierto económico del País Vasco y Navarra, permitiendo a la Generalitat recaudar y gestionar la totalidad de los impuestos generados en la región, empezando por el IRPF.
Sin embargo, la vaguedad del acuerdo y sus posibles implicaciones han generado un aluvión de críticas, especialmente desde la voz del economista Gonzalo Bernardos, profesor de la Universidad de Barcelona, con el que hemos hablado en Herrera en COPE Catalunya sobre los riesgos de este modelo para la solidaridad interterritorial y la estabilidad política.
tres objetivos detrás de la financiación singular: la independencia
Bernardos ha identificado tres objetivos principales detrás de la demanda de financiación singular por parte de Cataluña. En primer lugar, equipararse al modelo vasco y navarro, que gozan de un concierto económico que les permite gestionar sus propios impuestos. “Si el País Vasco tiene un concierto económico, no hay ninguna razón para que Cataluña no lo tenga”, afirmó Bernardos, reflejando el sentimiento de agravio comparativo que motiva esta reclamación.
En segundo lugar, el economista señaló el deseo de disponer de más recursos financieros para financiar servicios públicos y proyectos estratégicos y apuntó a la posibilidad de que este modelo sea un paso hacia una mayor autonomía económica que facilite un eventual proceso independentista. “Si un día Cataluña quisiera la independencia, tendría los recursos fiscales para financiar un nuevo país”, explicó, subrayando el potencial político del acuerdo.
Sin embargo, Bernardos fue tajante al criticar la falta de concreción del pacto. Según el economista, lo acordado hasta ahora es más una “declaración de intenciones” que un plan económico sólido, diseñado principalmente para que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) pueda presumir de haber logrado un trato preferencial para Cataluña. “No se ha concretado absolutamente nada”, afirmó, destacando que el acuerdo responde más a necesidades políticas que a una estrategia económica clara.
Este punto de vista refleja la percepción de que el pacto es una maniobra del Gobierno de Pedro Sánchez para garantizar el apoyo de ERC, tras las negociaciones que llevaron a la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat. A cambio, el PSOE ha ofrecido gestos como el reconocimiento del catalán en instituciones europeas y ciertas concesiones en materia de Seguridad Social al PNV, lo que evidencia un juego de equilibrios políticos.
"tres cosas: miente, miente y miente"
El economista también alertó sobre las consecuencias de este modelo para el resto de comunidades autónomas. Según Bernardos, la financiación singular generaría un “agravio comparativo” que rompería el principio de solidaridad interterritorial. “Si le das más a Cataluña, le quitas a las demás”, explicó, comparando el sistema de financiación autonómica con el reparto de una tarta: si una comunidad recibe un trozo mayor, otras reciben menos.
Esta situación podría provocar protestas de presidentes autonómicos, tanto del PSOE como del PP, especialmente en regiones como Andalucía, Comunidad Valenciana o Galicia, que ya han expresado su malestar. Bernardos fue especialmente crítico con las declaraciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien afirmó que el acuerdo no perjudicará a nadie. “Mentira, mentira, mentira”, sentenció el economista, argumentando que, sin un aumento global de los fondos destinados a las autonomías, el modelo catalán implicará una redistribución desigual que perjudicará a las regiones más pobres.
Otro aspecto que destacó Bernardos es el riesgo de que el acuerdo desestabilice el sistema de financiación autonómica en su conjunto. Según el economista, si Cataluña logra un concierto económico, otras comunidades ricas, como Madrid, podrían exigir un trato similar, lo que colapsaría el sistema actual. “El País Vasco y Navarra nadan en dinero, tienen infraestructuras y un estado del bienestar incomparable”, afirmó, señalando que el modelo vasco-navarro, consagrado en la Constitución, permite a estas comunidades retener la mayoría de sus ingresos fiscales, mientras que regiones como Extremadura o Andalucía subsidian indirectamente su bienestar.
¿recursos para sanidad y educación?
Para Bernardos, la legitimidad de Cataluña para reclamar un sistema similar es innegable, pero el problema radica en que el sistema autonómico no está preparado para soportar esta fragmentación fiscal.
Además, el economista cuestionó cómo se gestionarán los recursos adicionales que Cataluña pueda obtener. Según datos citados en la charla, en 2008, el 34% del presupuesto catalán se destinaba a sanidad, mientras que en 2024 esta cifra ha caído al 23%. En educación, la proporción ha disminuido del 22% al 17%. Bernardos insinuó que parte de estos recursos se han desviado a otras prioridades, posiblemente relacionadas con el proceso independentista, y expresó su preocupación por la falta de garantías de que los fondos adicionales se destinen a mejorar servicios esenciales como la sanidad o la educación.
En el ámbito político, el acuerdo enfrenta un futuro incierto. Bernardos señaló que carece de los votos necesarios en el Congreso para prosperar, ya que partidos como el PP, Sumar e incluso sectores del PSOE se oponen a un modelo que consideran perjudicial para sus comunidades. Además, la rivalidad entre ERC y Junts per Catalunya podría complicar su implementación, porque Junts no querrá quedarse atrás en la narrativa de defensa de los intereses catalanes. “Lo importante no es hacer cosas, sino decir que las harás”, ironizó Bernardos, criticando la estrategia del Gobierno de generar expectativas sin un plan viable.
Con el debate aún en curso, el futuro de la financiación singular sigue siendo una incógnita que marcará la agenda política en los próximos meses.