El 40% de las madres de Barcelona quiere un entorno más sano para sus hijos pero no puede pagarlo

Un estudio de la UAB revela que el ruido, la contaminación y la falta de espacios adecuados generan 'ecoansiedad' y estrés en las familias 

Muchas madres sufren lo que los investigadores llaman "ecoansiedad"

Yolanda Bernal

Barcelona - Publicado el

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Un demoledor estudio de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha puesto cifras a una realidad que miles de familias sienten a diario: Barcelona no es una ciudad fácil para la crianza. La investigación, titulada 'Vivir el embarazo en Barcelona: mujeres y personas gestantes ante la emergencia climática', revela que un 80% de las madres barcelonesas desearía vivir en un entorno más saludable. Sin embargo, el sueño de un hogar más verde y tranquilo se topa con una dura barrera, ya que un 40% de ellas no puede permitirse una mudanza por motivos estrictamente económicos.

El estudio, que se ha basado en 313 encuestas y 35 entrevistas en profundidad distribuidas por los diez districtos de la ciudad, dibuja un mapa de malestar urbano. Entre los principales obstáculos que las madres señalan para una crianza segura y plena se encuentran el ruido constante, la contaminación atmosférica que se respira a diario y el aumento de las altas temperaturas, especialmente las noches tórridas que impiden el descanso. 

A las embarazadas les gustaría un entorno más sano para criar a sus hijos

A esto se suma la percepción generalizada de que faltan espacios públicos de calidad: un 64,8% de las encuestadas alerta sobre la carencia de lugares adecuados para una infancia saludable.

Una ciudad hostil para la infancia

La sensación de que Barcelona "no es friendly" con los niños es una de las conclusiones más repetidas entre las participantes. Las madres describen un entorno urbano que parece dar la espalda a las necesidades de los más pequeños, generando un contexto de preocupación constante. 

Este sentimiento ha sido definido por los investigadores como ecoansiedad, un estado de angustia y miedo por la salud de los hijos ante un futuro marcado por la crisis climática y un presente lleno de amenazas ambientales.

Barcelona no es "friendly" con los niños

La doble brecha: económica y ambiental

La investigación de la UAB destapa una profunda desigualdad ambiental que recorre la ciudad, acentuándose según el nivel económico de las familias. Muchas madres han confesado tener serias dificultades para mantener una temperatura adecuada en sus hogares durante los picos de frío o calor. 

La principal causa es el deficiente aislamiento de las viviendas, un problema que, sumado a los elevados costes de la climatización, condena a muchas familias a sufrir las consecuencias más duras de la emergencia climática sin poder protegerse adecuadamente.

Esta brecha se extiende también al espacio público. Las mujeres consultadas denuncian una carencia alarmante de zonas verdes, espacios de sombra y fuentes públicas en sus barrios. Esta falta de infraestructura urbana agrava considerablemente los efectos de las olas de calor, convirtiendo los paseos o los juegos al aire libre en una actividad de riesgo. 

Faltan zonas verdes en las ciudades

Además, señalan que la contaminación acústica y atmosférica no es solo una estadística, sino una fuente constante de estrés y malestar diario que afecta directamente a su calidad de vida y a la de sus hijos.

Una llamada a la acción política

Para el equipo de investigación, la maternidad en tiempos de crisis climática se ha convertido en una experiencia cargada de culpa, angustia y profundos dilemas éticos. Las madres se sienten responsables de proteger a sus hijos en un entorno que ellas no controlan y que perciben como cada vez más adverso. 

Por este motivo, los expertos hacen un llamamiento urgente a las administraciones para que se dejen de lado las soluciones parciales y se aborde el problema de raíz.

Es necesario un compromiso colectivo para garantizar entornos urbanos saludables, sostenibles y equitativos para todas las madres e infantes"

Carolina Remorini, coordinadora del proyecto

La exigencia es clara: el despliegue de políticas públicas transversales que integren la salud ambiental y el bienestar de la infancia como ejes prioritarios. Tal como ha concluido la antropóloga y coordinadora del proyecto, Carolina Remorini, la solución no puede ser individual, sino colectiva. 

En sus propias palabras, "Es necesario un compromiso colectivo para garantizar entornos urbanos saludables, sostenibles y equitativos para todas las madres e infantes". Esta declaración resume la necesidad de una respuesta estructural para que Barcelona vuelva a ser una ciudad donde la crianza no sea una carrera de obstáculos.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.