El poder oculto de escribir a mano que tu cerebro está perdiendo

Un psicólogo detalla cómo abandonar el bolígrafo y el papel debilita la memoria, la atención y la capacidad de aprendizaje frente al auge de los teclados

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

4 min lectura

En una era dominada por los teclados y las pantallas, el gesto ancestral de escribir a mano está siendo relegado al olvido. Sin embargo, esta práctica esconde beneficios neurológicos y cognitivos que, según los expertos, estamos subestimando. El psicólogo general sanitario, Raúl Carrera, ha analizado en profundidad las ventajas de volver a coger el bolígrafo y el papel, una costumbre que él mismo intenta mantener en sus consultas. Según el especialista, lo que parece un simple cambio de herramienta tiene implicaciones profundas en nuestra capacidad de aprender, recordar y concentrarnos.

esta práctica esconde beneficios neurológicos y cognitivos

Más allá de una letra bonita: los beneficios cognitivos

Lejos de ser una mera cuestión de caligrafía, la escritura manual es un completo entrenamiento para el cerebro, especialmente durante la infancia. Carrera explica que este proceso enseña a los niños a gestionar la frustración cuando se equivocan o su letra no es legible, fomentando un esfuerzo consciente por mejorar. "En cambio, cuando tú escribes directamente [con] ordenador o con el teclado, todo el mundo tiene la misma letra y, claro, es mucho más legible, pero entonces tampoco hay un esfuerzo consciente para mejorar una traza", señala. Este esfuerzo, además, moldea una escritura con personalidad, un rasgo que se pierde en la uniformidad digital.

A nivel cerebral, los beneficios son aún más significativos. Escribir a mano mejora las funciones ejecutivas, que se localizan en la parte prefrontal del cerebro. Una de las más importantes es la atención selectiva. El psicólogo destaca que este método "nos permite diferenciar lo que es relevante de lo que es irrelevante", ya que el esfuerzo físico y el espacio limitado del papel obligan a un ejercicio de síntesis que no ocurre al teclear, donde la tendencia es transcribir información de forma masiva sin filtrarla.

Nos permite diferenciar lo que es relevante de lo que es irrelevante"

Otra ventaja fundamental reside en la memoria espacial. Al tomar notas a mano, el cerebro crea un mapa mental y asocia la información con su ubicación física en la página: "Tú sabes, por ejemplo, si lo tienes escrito arriba a la derecha, abajo a la izquierda", detalla Carrera. Este anclaje espacial funciona como una pista adicional para el recuerdo, un recurso que se desvanece en el formato plano y homogéneo de un documento digital, donde todo el texto parece igual y carece de referencias espaciales.

Abandonar la escritura manual no es una acción inocua y conlleva una serie de perjuicios.

Los riesgos de una vida entre pantallas y teclados

Abandonar la escritura manual no es una acción inocua y conlleva una serie de perjuicios. Uno de los más evidentes es el aumento de las faltas de ortografía. La dependencia del corrector automático hace que no seamos conscientes de nuestros propios errores y, por tanto, no los corrijamos de forma activa. El cerebro deja de realizar el ejercicio de recordar y aplicar las reglas ortográficas porque la tecnología lo hace por él, debilitando esta capacidad a largo plazo.

La concentración es otra de las grandes damnificadas. La escritura manual es una tarea monotemática que exige una atención plena. "Si tú estás escribiendo a mano, es que solo puedes escribir a mano", afirma el psicólogo para ilustrar cómo este acto nos ancla en el presente. Por el contrario, al usar un ordenador, la puerta a la multitarea y la distracción está siempre abierta, lo que fragmenta nuestra atención y reduce la capacidad de mantener el foco en una única actividad.

Si tú estás escribiendo a mano, es que solo puedes escribir a mano"

Carrera enmarca esta pérdida de habilidad en un contexto social más amplio, vinculándolo con la creciente "dificultad para prestar atención, para centrarte únicamente en una tarea, para esforzarte". Considera que el declive de la escritura manual es un síntoma más de una tendencia que afecta a nuestras capacidades cognitivas y lingüísticas en general, demostrando que un hecho aparentemente simple tiene una trascendencia mucho mayor.

Un ejercicio mental para todas las edades

Los beneficios de escribir a mano no se limitan a la etapa de aprendizaje, sino que se extienden hasta la vejez. Para las personas mayores, esta práctica se convierte en un potente ejercicio mental, una especie de "sudoku de las letras". Según Carrera, todo lo que sea desarrollar el área del lenguaje funciona como un factor protector muy importante para el cerebro, ayudando a prevenir o retrasar el deterioro asociado a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Al reforzar estas áreas, se preservan funciones clave como la comprensión y la atención.

Finalmente, ante la duda de qué tipo de caligrafía es más beneficiosa, si la letra ligada o la separada, el psicólogo se inclina por la segunda para la mejora continua. Aunque la letra ligada se enseña a los niños pequeños, Carrera recomienda practicar las letras por separado para perfeccionar la grafía de forma individualizada. Este método, asegura, permite trabajar cada letra para que el conjunto "se entienda mucho más después", logrando una escritura más clara y funcional.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.