Manuel, que es un nombre ficticio, es un agente de policía porque es uno de los 45 agentes que están siendo procesados por el 1 de octubre y está acusado por delitos de lesiones. Ha explicado en COPE que él no quiere la amnistía, ya que no puede entrar en una ley juntamente con acusados por terrorismo y malversación, cuando él y sus compañeros se limitaron a cumplir la faena por un mandato judicial.

El agente lamenta la falta de apoyo por parte de las instituciones como el Ministerio, la Dirección General de la Policía, además de los jefes superiores de cada uno de los territorios. El agente, dice que con el paso del tiempo, parece que los policías actuaron por iniciativa propia.

Manuel, explica que hay frustración e indignación entre los agentes, donde algunos están pensando en dejar su lugar de trabajo, o al menos la unidad de intervención policial. Aarón Rivero, agente de la policía nacional desplazado a Cataluña por el 1 de octubre, tiene la misma opinión que Manuel.

El agente de la policía estuvo en un colegio electoral y resultó herido, también lamenta que con la ley de la amnistía se quiera borrar lo que sucedió ese día, no solo en el 2017, sino también en los disturbios por la sentencia del procés. Además de que lo que hicieron los agentes ese día no haya servido de nada.

El agente Rivera recuerda que se lanzó una piedra de grandes dimensiones a un agente de la policía nacional desde un tercero o cuarto piso que todavía arrastra secuelas de ese lanzamiento. Aparte, también los radicales intentaron hacer caer a un helicóptero de los Mossos d’Esquadra. Dice que la intención de los radicales era clara: matar a los policías. Y este hecho se quiere hacer ver que no existió.