La Generalitat sometió a un interrogatorio, de 50 minutos, a la enfermera andaluza, con un tono "muy agresivo". Con más de 40 preguntas, los instructores designadores por Salut, solo utilizaron el catalán, a pesar que la enfermera, con 6 meses en Cataluña, no domina este idioma, según publica "El Mundo".

El pasado 28 de marzo, la enfermera acudió a declarar asistida por una letrada, que le hacía las veces de intérprete, para entender las preguntas que le formulaban. El Govern ordenó abrir contra ella una investigación, tras difundirse un vídeo en el que criticaba la exigencia de acreditar el nivel C1 de catalán para opositar. El vídeo fue grabado en un momento de descanso de la enfermera, y no en horas de trabajo, y sufrió un linchamiento en redes por el independentismo.

Impulso ciudadano tiene la intención de llevar este caso al Defensor del Pueblo, por considerar "desproporcionada", la actuación de la administración catalana contra la enfermera andaluza.