Yonaguni: la misteriosa ciudad sumergida que no debería existir

Bajo las aguas del suroeste de Japón descansa una estructura monumental que desconcierta a la ciencia. ¿Obra de la naturaleza o vestigio de una civilización perdida? La llamada “ciudad sumergida de Yonaguni” sigue generando debate, asombro y un sinfín de teorías que van desde lo arqueológico hasta lo sobrenatural.

Enormes bloques de piedra perfectamente alineados, escaleras talladas, plataformas, terrazas y lo que parecía una especie de pirámide escalonada.

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

3 min lectura

Todo empezó a finales de los años ochenta, cuando un instructor de buceo local, Kihachiro Aratake, exploraba los fondos marinos cerca de la isla de Yonaguni, la más occidental del archipiélago japonés. Lo que vio bajo el agua le dejó sin aliento: enormes bloques de piedra perfectamente alineados, escaleras talladas, plataformas, terrazas y lo que parecía una especie de pirámide escalonada

El hallazgo pronto atrajo la atención de geólogos, arqueólogos y aventureros de todo el mundo. Las imágenes de aquella estructura —que algunos bautizaron como “la Atlántida japonesa”— parecían mostrar una ciudad esculpida por manos humanas. Las líneas rectas y los ángulos perfectos desafiaban la idea de que el fondo del mar pudiera moldearse así solo por erosión natural. 

 La polémica que no cesa  

Desde entonces, Yonaguni se ha convertido en un campo de batalla entre la ciencia y el misterio. Por un lado, hay investigadores que aseguran que las formaciones son completamente naturales. Entre ellos destaca el geólogo japonés Masaaki Kimura, quien, paradójicamente, fue uno de los primeros en estudiarlas y luego cambió su postura.

Kimura llegó a afirmar que las estructuras muestran signos claros de intervención humana: canales, escaleras, muros de contención e incluso lo que podría ser un estadio o una especie de templo. Según sus estimaciones, el complejo podría tener más de 10.000 años, lo que lo haría más antiguo que las pirámides de Egipto o Stonehenge.

Otros expertos, sin embargo, se mantienen firmes en que no hay evidencia alguna de que Yonaguni haya sido construida por una civilización.

Otros expertos, sin embargo, se mantienen firmes en que no hay evidencia alguna de que Yonaguni haya sido construida por una civilización. Argumentan que las rocas areniscas de la zona tienden a fracturarse de forma natural en líneas rectas y que los supuestos “escalones” son solo el resultado del paso del tiempo y de la acción del mar

 ¿Una civilización perdida en Asia?  

La idea de una ciudad sumergida no tarda en despertar la imaginación colectiva. Hay quienes ven en Yonaguni el rastro de una cultura desaparecida durante la última glaciación, cuando el nivel del mar era mucho más bajo. Si fuera cierto, la estructura habría quedado sumergida tras el derretimiento de los glaciares hace unos 10.000 años.

Algunos investigadores alternativos la relacionan incluso con el mítico continente de Mu, una supuesta civilización avanzada que habría desaparecido en el Pacífico. Aunque la comunidad científica rechaza esa hipótesis, la leyenda alimenta documentales, novelas y teorías que siguen seduciendo a miles de curiosos cada año.

El propio gobierno japonés se ha mantenido prudente. No ha reconocido oficialmente el sitio como patrimonio arqueológico, entre otras cosas porque aún no hay consenso sobre su origen. Pero eso no ha impedido que Yonaguni se haya convertido en un imán para buceadores, exploradores y amantes del misterio.

  Un rompecabezas bajo el mar  

Lo más desconcertante de Yonaguni es su escala. Las plataformas se extienden más de 150 metros de largo y alcanzan hasta 25 metros de altura. Algunas zonas presentan ángulos tan definidos que cuesta creer que sean obra del azar. También se han hallado formaciones que recuerdan a caminos, arcos y hasta un rostro tallado en la piedra, aunque la erosión hace difícil distinguir si son intencionales o no.

Los estudios con sonar y drones submarinos han revelado además que el complejo no está aislado: a su alrededor existen otras estructuras menores, lo que alimenta la hipótesis de que podría haber sido parte de un asentamiento mucho más grande

 Entre mito y ciencia  

Sea una rareza geológica o un legado de una civilización olvidada, Yonaguni sigue siendo uno de los enigmas más fascinantes del planeta. Su simple existencia desafía las certezas sobre los orígenes de la humanidad en Asia y recuerda que el mar aún guarda secretos que apenas empezamos a descubrir.

Lo que está claro es que, mientras la ciencia debate y los buceadores siguen descendiendo hacia sus profundidades, Yonaguni mantiene intacto su hechizo. Bajo esas aguas azules del Pacífico, entre sombras y columnas de piedra, yace un misterio que parece susurrar que, tal vez, la historia conocida aún tiene capítulos por escribir.